Magia negra

Calificar el estilo de Pep Guardiola de fascista es, más que nada, una tontería. Es lo que ha hecho Eduardo Inda, director de Marca, porque resulta que, según él, el entrenador del Barça lo ha colocado en el centro de una diana, como en las pintadas terroristas, y ha añadido que, si un día le pasa algo, será culpa del azulgrana. Todo esto se explica porque este periodista dijo, en su momento, que había que parar las jugadas de Messi «por lo civil o por lo criminal». Al quedar claro, el pasado domingo, que la vía criminal era la más efectiva, cuando terminó el partido un Guardiola serenamente indignado advirtió de la responsabilidad que tenían los medios de comunicación. De ahí la ira del periodista madrileño.

El asunto ha llegado a niveles esperpénticos que, aun siendo futbolísticos, dan un poco de miedo. Un medio de Madrid calificó a Guardiola de personaje «irónico, amenazador, desafiante, que va de crecido y que mea colonia». En una rueda de prensa, el mismo medio preguntó al entrenador qué pensaba de esos insultos (lo eran, pues se habían proferido como tales). Guardiola se rió y, sarcástico y distanciado, dijo: «Sabéis qué, mirad, quizá sí soy esto y aquello y también meo colonia». Pues bien, estas palabras, sin ningún matiz ambiental, las reprodujo Marca como si Guardiola las hubiera utilizado para mostrar la conducta de un chulo. La manipulación es zafia y torpe. Magia negra.