Los cambios en la enseñanza en Catalunya

Una mirada positiva no hace daño

Todas las críticas al sistema educativo son válidas, pero olvidar los logros también es muy parcial

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JAUME Graells

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Leo con cierto asombro el artículo del pedagogoFrancesc de Gispert(Un salto adelante, pero en el vacío) del viernes 9 de julio. El asombro no es por lo que dice, que es, por supuesto, absolutamente respetable, sino por lo que no dice. De unos años acá, en educación uno no deja de sorprenderse cuando lee determinadas afirmaciones.

En su artículo,De Gispertempieza haciendo mención al programa EDUCat 1x1 de digitalización de las aulas que desde el pasado curso el Departament d'Educació ha puesto en marcha en institutos de educación secundaria. El pedagogo dice que los responsables del programa lo venden como una receta para mejorar los resultados educativos. Añade que la calidad de los contenidos digitales deja mucho que desear por precipitación, que ha «convulsionado» los centros. ¿Alguien puede pensar que el programa hubiese tenido éxito llevando a cabo una experiencia limitada y reducida? ¿Quién habría impulsado la producción de contenidos? ¿Y la extensión de la conectividad?, con la que todavía tenemos problemas, y debemos admitirlo sin reparos. ¿Y el inicio de la formación de los profesionales?

VAYAMOS por partes. En primer lugar, EDUCat 1x1 no es el milagro de los panes y los peces. Es un programa de modernización de la educación. No obstante, sin la colaboración de profesorado, alumnado y familias, puedo afirmar que el programa no avanzará. Y está avanzando. ¿Cómo se explica si no que el 80% de los institutos públicos se hayan acogido voluntariamente ¿insisto, voluntariamente¿ a la iniciativa? En efecto: un ordenador es un instrumento, nada más.

En segundo lugar, la calidad de los contenidos. El curso pasado fue el primer año en el que se puso en funcionamiento el programa. Todo es mejorable. Treinta y nueve editoriales han percibido que se abre un nuevo mercado, diferente y complementario al libro de texto. Ya han puesto en marcha sus ofertas de contenidos digitales que están a disposición del profesorado para el próximo curso. ¿Más mejorable aún? ¡Por supuesto! Como mejorables son los libros de texto de toda la vida. Con una diferencia: un error o una mejora en un libro de texto tarda un año en corregirse ¿hasta la próxima edición¿. Un error o una mejora en un contenido digital puede tardar días ¿incluso horas¿ en corregirse a través de una simple actualización. ¿Solo las editoriales han hecho esto? No. Miles de maestros llevan años diseñando y produciendo contenidos digitales desaprovechados por la falta de tecnología en los centros. Y con frecuencia estos contenidos se quedan en la propia escuela o instituto. Ahora, por fin, todo esto podrá eclosionar para llegar a todos los profesionales.

En tercer lugar, la referencia a Finlandia como la Ítaca educativa. Lo de Finlandia está muy bien, pero deberíamos empezar a mirarnos a nosotros mismos. Es muy simple compararse con un país que prácticamente no tiene inmigración, donde la gestión de los centros educativos y la selección de profesionales es muy exigente, donde se habla de servicio público y no de función pública, donde la formación inicial pasa por unos filtros previos aquí inimaginables. Por cierto, que en relación a la gestión y selección que tanto triunfa en Finlandia (nombramiento de directores de centros por parte de los ayuntamientos, y selección del profesorado a cargo de los directores entre los profesionales homologados), hay que recordar que cuando aquí se han planteado propuestas que quedan muy lejos de eso, aunque apunten en la misma dirección, algunos lo han llamado privatización.

Y en cuarto y último lugar, en un artículo dedicado a hablar del programa de digitalización de las aulas, no falta una referencia (ya habitual) a la gestión presupuestaria que hace el Departament d'Educació. Recortes, reducción del profesorado en muchos centros y un largo etcétera para ilustrar el presunto desastre.

Eso sí, ninguna referencia a los planes de autonomía de centro, a los futuros decretos de dirección y autonomía, a los resultados obtenidos en la evaluación primaria, a la necesidad de reformar metodologías, al hecho de que la gestión de la crisis obliga a analizar si cada profesional está en el lugar que le corresponde, si la llegada de menos inmigración debe replantear la utilidad de algunos servicios...De todo eso, nada.

DEL ARTÍCULO acaba desprendiéndose lo de siempre. Primero, más recursos (que alguien se mire las cifras de inversión presupuestaria, de incremento de personal en los últimos seis años, plantilla, etcétera.). Segundo, la comunidad educativa va a mejorar todo eso sin ningún tipo de reforma.

Ni una sola propuesta en positivo en todo el artículo. Solo queja y crítica a toda propuesta de modernización. ¿Es esta la actitud que demanda la educación? Creo que no. Ello no significa que las políticas del Departament d'Educació tengan la solución mágica a todos y cada uno de los problemas. El EDUCat 1x1, como la ley de educación, no es el cambio. Es un instrumento que lo posibilita. El 80% de los institutos públicos lo han visto así.

*Director General d'Educació Bàsica i Batxillerat. Departament d'Educació.