La rueda

Sandro Rosell: hipotecas, favores y riesgos

XAVIER Bosch

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En diciembre del 2008, al día siguiente de dejar la dirección del diario Avui con el mínimo ruido posible, un confidencial digital publicó una mentira: «Xavier Bosch deja el periódico para fichar por Sandro Rosell». La máxima de siempre: a falta de periodismo, especulación.

Según aquella desinformación, yo iba a prepararle la campaña de las elecciones del 2010. Está claro que si yo hubiese estado detrás de esa candidatura, ni la campaña habría sido tan impecable ni el resultado para Rosell habría sido tan bueno. Como el tiempo ha demostrado, pues, aquel confidencial no acertó ni una. Sin embargo, el bulo empezó a correr tanto que, al final, cansado de desmentirlo, me di por vencido. A Sandro le ocurrió algo similar. Que la noticia no tuviera ningún fundamento no impidió, tampoco, que durante dos años, en sus encuentros con barcelonistas, a menudo le hiciesen la pregunta de si me había incorporado a su equipo. La bola de nieve fue creciendo hasta que, a pocos días de las elecciones, me llamó todo tipo de gente para preguntarme si era verdad que iría de director de comunicación del Barça. Por lo que ha asegurado el presidente electo, habrá que esperar hasta primeros de julio para conocer todo su organigrama. Mientras, me ha ocurrido un fenómeno curioso: he recibido diversos currículos para trabajar en el Barça en diferentes áreas, he recibido dos solicitudes de contactos con la gente de márketing del club para intentar colocar productos y ha habido compañeros periodistas, redactores de radios y periódicos que me han pedido poder trabajar en Barça TV.

Si esto me ha sucedido a mí, que no tengo nada que ver con la candidatura ganadora, ¿qué no les habrá pasado a los 17 directivos de Rosell? ¿Cuáles y cuántos favores, directamente o por vía de amigos/conocidos/saludados, le deben haber llegado ya a Sandro? Habrá que saber blindarse, separar el grano de la paja y poder gestionar el club al margen de hipotecas. Solo así, cuando haya que repartir las entradas de Wembley 2011, podrán hacerlo según los criterios de transparencia que han prometido en la campaña.