EL PIANISTA DEL MAJESTIC

Artículo de Arturo San Agustín: 'Can Framis'

ARTURO San Agustín

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Mañana se inaugurará en Barcelona el nuevo espacio de pintura contemporánea de la Fundació Vila Casas, Can Framis. O sea que, en aquel Sant Martí que, como Poblenou, fue fábrica, chimenea, adoquín y obrero, en ese nuevo distrito que ahora llaman 22@, donde antes estaba la fábrica fundada, en la primera mitad del siglo XIX, por el algodonero Joan Framis i Torrents, se encuentra ahora el espacio de pintura contemporánea Can Framis. Una idea del coleccionista Antoni Vila Casas, presidente de la Fundació Vila Casas.

Este hombre alto, que habla pausadamente y con mucha ironía, este Vila Casas, que tuvo que ver con los fármacos y sus industrias, promociona desde hace años la cultura del país, los artistas del país. Hablamos aquí de escultura, fotografía y pintura.

Vila Casas, que tiene el verbo pujoliano, se parece físicamente al mejor John Wayne, pero no usa caballo. Ni rifle, es decir, winchester. Ya hemos dicho que no dispara balas sino ironía y por eso advierte, como buen coleccionista, que las obras que el visitante encontrará en Can Framis son las que él ha seleccionado porque le gustan. Por eso, entre las mismas, abundan los desnudos femeninos. No hay mejor imagen de la primavera y el verano que una joven desnuda leyendo un libro. Quizá mi amigo, el pintor y escultor Joan Pere Viladecans, que está presente en el nuevo espacio con varias de sus obras, no opinaría lo mismo. O quizá sí.

También pueden admirarse en Can Framis algunas obras de temática taurina, que demuestran que Vila Casas es hombre libre. Y si digo libre es porque sospecho que antes de colgar esas obras en el nuevo espacio, austero y luminoso, un proyecto dirigido por el arquitecto Jordi Badía, quizá tuvo que discutir un rato, solo un rato, con sus asesores artísticos, a quienes imagino, y supongo que acierto, políticamente correctos.

Can Framis, el nuevo espacio artístico, está ubicado en la calle de Roc Boronat, 116-126. Yo, el viernes, tuve la suerte de poder visitarlo con mi amigo Lluís Permanyer. Es un buen guía para transitar entre tantos artistas.