Aznar refresca la memoria sobre Perejil

JOSEP Pernau

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Fueron nueve días, pero el mundo no tembló. Los nueve días de la ocupación y retirada del Ejército de Marruecos del islote de Perejil, en el que volvió a ondear la bandera rojigualda.

Hubo división de opiniones. Unos juzgaron la intervención de gesta y otros la tildaron de ensayo. La historia quizá no lo recuerde. Fue en el año 2001, dentro delcuatrienio de orodel presidenteJosé María Aznar.Meses antes, el PP había logrado la mayoría absoluta en las elecciones, y así el presidente pudo dar por terminado el vasallaje que le exigían los nacionalistas. Nunca más tuvo que halagar a los catalanes afirmando que hablaba su lengua en la intimidad. Y, como en la hoja de servicios de un hombre de Estado siempre hay un brillante hecho militar, fue providencial la agresión deMohamed VIa la soberanía española.

No fue necesaria la presencia de folclóricas en Perejil para distraer a la tropa, porque todo transcurrió de manera muy rápida. Pero preparadas estaban para ofrecer un patriótico recital de su arte. Aunque estaba ya en la reserva, no habría faltado la temperamentalCarmen Sevilla,que ya en las Navidades de 1957 estuvo en el conflicto de Ifni, animando a los soldados españoles a resistir la avalancha de los moros. La mujer española demostró estar siempre dispuesta a servir a la patria con el arma de su gracia y su físico, igual que había hechoMarilyn Monroeen Corea.

Estas cosas habrán pasado estos días por la cabeza deAznar,después de que el rey de Marruecos se haya puesto chulo por la visita a Ceuta y Melilla de los Reyes donJuan Carlosy doñaSofía.Hay tensión, pero no desembarco en Perejil. No es lo mismo, pero vale para refrescar la memoria. A los nietos les espera la narración detallada de la hazaña por el abuelo.