El problema, según Porcel

JOSEP MARIA Espinàs

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La Fundació Catalunya Oberta recoge en una publicación algunas conferencias que se han pronunciado, entre las que se encuentra una del escritor Baltasar Porcel sobre Catalunya y la literatura.

En ella dice algunas cosas duras, que si quizá no matizan lo suficiente algunos puntos, explotan como una verdad bomba. Dice que el problema de la literatura catalana no es la literatura, sino Catalunya. "La literatura catalana a partir de 1860-80 es realmente importante. No creo que la italiana ni la española sean mejores. La francesa lo ha sido, pero ahora no lo es. Pienso que la rusa del XIX fue tan buena como la nuestra, quizá mejor en algunos momentos, pero después no. Tenemos unos escritores excelentes. Que Galdós es mejor que Narcís Oller me gustaría que me lo probaran. Lo que ocurre es que Galdós está dentro de una nación, un Estado, y, sin embargo, Narcís Oller es un desgraciado del que todavía se burlan porque era medio de derechas y en invierno pasaba frío".

Porcel se pregunta cómo casa que él escriba en catalán sus novelas cuando ha visto por televisión que "en Sant Sadurní d'Anoia los empresarios del cava hacían una fiesta y nombraban reina del cava a una señora andaluza y, después, a la modista Ágata Ruiz de la Prada". "Porque, visto que el año pasado se vendió menos cava --sigue Porcel--, temen por la campaña de Navidad de este año. Ahora id a decirles que hagan las etiquetas en catalán. Defienden unos intereses y me parece lógico. Como los políticos que van a Madrid y quieren meter mano al Gobierno. Perfecto. Pero digámoslo bien claro: la literatura, no. Yo tengo que escribir en catalán. Ahora, en Catalunya se vende un libro en catalán por cada 10 en castellano, comprados por catalanes, ciutadans de Catalunya, como decía Tarradellas".

Porcel hace una observación muy significativa: dice que en el último Sant Jordi estaba en la radio y coincidió con el president de la Generalitat. Y le preguntó: "¿Qué libro comprará, hoy?" Y respondió: "El de Saramago". Hay que entender la crítica y la ironía de Porcel: "A mí me pareció perfecto. Yo también, en las elecciones, votaré por el presidente de Portugal".

El párrafo final del novelista es rotundo: "La literatura catalana está llena de gente que sabe escribir bien y que tiene ideas, pero el problema es que se trata de la literatura hecha en Catalunya, y es Catalunya quien funciona a la coja, la que no acaba de encajar con todo esto".