Paseos con vistas

Los miradores urbanos más espectaculares de Barcelona

La moda ‘instagrammer’ primaveral te dará más vértigo que una ruta ciclista con E.T. Prepárate para subir escaleras: se llevan las ‘stories’ de altura

Encuadre de la torre Agbar desde la de Urquinaona

Encuadre de la torre Agbar desde la de Urquinaona

Abel Cobos

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Frente a ti, el cielo. Y, a tus pies, la ciudad. Aunque parece que vayas de escalada, tan solo te has equipado con un móvil. Y para qué más, si las únicas montañas que se divisan están a varios kilómetros de distancia. Son miradores urbanos, donde asomarte por una barandilla te dará más vértigo que irte de ruta ciclista con E.T. Eso sí, la foto valdrá la pena. O eso prometen todos los 'instagrammers'.

Así es el ciclo de vida influencer: con la inminente llegada de la primavera y los días largos, empieza la temporada de tomar fotos de cielos anaranjados sin tener que salir corriendo del trabajo para que te pillen los últimos rayos de sol. Y, por eso, de marzo a octubre, el valor de los sitios con vistas se dispara a la misma velocidad que el precio de la gasolina. 

En Barcelona hay decenas de opciones para conseguir una 'story' de colores naranjas que tenga más trayectoria que Ciudadanos. Este mismo sábado se sumará a la lista un mirador urbano en Urquinaona; en abril, otro frente a la Sagrada Família. Celebra que llega la época del año en que las fotos de puestas de sol están a la altura.

Panorámica 360º

Nueva atracción visual

Situada en la torre Urquinaona (plaza de Urquinaona, 6), Unlimited Barcelona es una de las nuevas atracciones visuales que dan la bienvenida a la temporada de los atardeceres a Instagram. Se inaugura este sábado, 12, y ofrece unas vistas prácticamente inéditas hasta ahora. Situado a 70 metros de altura (en la planta 20 del edificio), las paredes de cristal permiten una visión panorámica 360º de toda la ciudad.

El mirador abre los fines de semana y festivos, y la entrada cuesta entre 12 y 24 euros, dependiendo de la hora del día (por supuesto, las franjas del anochecer están más cotizadas). La visita no solo incluye la estampa de Barcelona a vista de pájaro, también exposiciones temporales de arte y, por supuesto, la oportunidad de explorar a lo Indiana Jones la arquitectura de este edificio, normalmente cerrado al público general.   


Sagrada Família al detalle

Gaudí con prismáticos

Urban Watching: a partir del 2 de abril se podrá observar la Sagrada Família al detalle desde un ático de Sardenya. 

Urban Watching: a partir del 2 de abril se podrá observar la Sagrada Família al detalle desde un ático de Sardenya.  /

Otra novedad en el 'skyline' barcelonés: Urban Watching, un mirador para ver la Sagrada Família en 4K. Iniciativa de Swarovski Optik, compañía óptica dedicada a prismáticos y telescopios, que ha instalado su tecnología en el ático de Sardenya, 319, para observar «hasta el último detalle, incluso texturas imperceptibles desde la calle» del templo, aseguran sus promotores. Ni Beth en el videoclip de 'Dime' la tuvo tan cerca. Además, la ubicación oblicua del ático es estratégica, según la compañía. «Permite disfrutar la Sagrada Família con los ojos de Gaudí», que «decía que la mejor forma de ver la Sagrada Família es desde una posición diagonal, no frontal, ya que es la forma en la que no se solapan las torres». Aunque toca esperar un poco más para ver el trencadís de Gaudí de cerca: la apertura al público está programada para el 2 de abril


Vistas a lo Heidi

Columpios sobre Barcelona

«El columpio de Barcelona», así lo rebautizaron en internet. Está a diez minutos del mirador de Horta

«El columpio de Barcelona», así lo rebautizaron en internet. Está a diez minutos del mirador de Horta / Alvaro Monge

Otro 'hot spot' 'influencer' de los atardeceres barceloneses, los columpios con vistas privilegiadas de la ciudad. Aquí se hacen más fotos colgados que en un 'book' del Cirque du soleil. A 10 minutos del mirador de Horta está el clásico punto de peregrinaje de tiktokers e instagrammers: «El columpio de Barcelona», lo rebautizaron en internet. Topárselo es un poco lotería: lo van quitando y restaurando. 

Hay más columpios dispersados por Collserola. «Actualmente tenemos dos, uno en la Carretera de les aigües y otro cerca de la torre de Collserola», cuenta Júlia, responsable, junto a su padre, Xavi, de la iniciativa Gronxadors BCN (@gronxadorsbcn, en Instagram). Han colgado columpios en Canyelles, Coll de la Ventosa, Turó d’en Segarra, Carmel y al lado del Park Güell, aunque estos ya no están disponibles. «Nos los han ido quitando, no sé si por gamberrismo o qué», se lamenta Júlia. Así que, cuando vayas a disfrutar de las vistas a lo Heidi, recuerda: respeta estas piezas de mobiliario urbano. 


Sobre el nivel del mar

‘Skyline’ litoral

Vistas desde el teleférico del puerto.

Vistas desde el teleférico del puerto. / Manu Mitru

Obviamente, no puede faltar la opción litoral. Al fin y al cabo, el mar es uno de los grandes atractivos del 'skyline' de la ciudad. Las vistas marinas que ofrece el teleférico del puerto son de las más altas y completas de Barcelona, ya que incluye desde la Barceloneta a Montjuïc. Cuenta con dos accesos, en la Torre de San Sebastián (paseo de Joan de Borbó, s/n) y la Estación de Miramar (avenida de Miramar, s/n), y cuesta entre 11 y 16 euros.

Un plan B, más alejado del centro, la cubierta del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (plaza Leonardo Da Vinci, 4-5). Aquí no solo apreciarás las vistas a todo el litoral del Fòrum, las Tres Torres de Sant Adrià y la costa del Maresme, sino que podrás hacerlo paseando por su jardín, el Terrado Vivo, un espacio verde de 7.100 m2 con tres tipos de prados mediterráneos y tres lagunas de agua dulce desplegados sobre el tejado del museo. Un oasis verde donde desconectar. 

El Terrat Viu, un espacio verde sobre el Museo de Ciencias Naturales.

El Terrado Vivo, un espacio verde sobre el Museo de Ciencias Naturales. / Pere Vivas


La opción guiri

Monumentos típicos

Terraza del centro comercial Arenas de Barcelona. 

Terraza del centro comercial Arenas de Barcelona.  / Ferran Nadeu

Siempre está la opción de apostar por los clásicos y marcarse una ruta tan turística que solo podrías hacerla más guiri llevando chanclas y calcetines. Grandes monumentos como la Estatua de Colón (plaza Portal de la Pau, s/n), La Pedrera (paseo de Gràcia, 92), el MNAC (parque de Montjuïc, s/n), las Arenas (Gran Via, 373-385) y el Park Güell también tienen vistas de infarto, y cada una de diferentes partes de la ciudad: desde la Rambla y el puerto, hasta el corazón del Eixample. 

Si prefieres una opción más local, donde el inglés no sea el idioma predeterminado, puedes esperar a la próxima edición del 48H Open House Barcelona. El festival abre durante un fin de semana monumentos con vistas menos habituales que un mea culpa en la boca de Ayuso. Por ejemplo, algunos de los 'greatest hits' de ediciones pasadas fueron el Edificio Colón, el Arc de Triomf o las Torres Venecianas, que contaron con una asistencia por las nubes. 


Miradores sagrados

Catedrales y basílicas

Panorámica del terrado de la catedral.

Panorámica del terrado de la catedral. /

Es la mejor forma de acercarse a Dios. Y no solo porque estés en un lugar sagrado: sino porque estás en el punto más alto de las basílicas de Barcelona. Los templos más populares del centro de la ciudad, la catedral (Pla de la Seu, s/n), Santa Maria del Pi (plaza del Pi, 7) y Santa Maria del Mar (plaza de Santa Maria, 1) incluyen en sus visitas acceso a sus terrazas o campanarios. Si aquí no tocas el cielo, está claro que te faltan un par de ave marías. 

Una opción menos masificada es el campanario de la Basílica de la plaza de Sant Just. Sus vistas te dejarán sin respiración, y no solo porque se divisa todo el casco antiguo, incluida la catedral y las dos famosas basílicas, sino porque para acceder a esta espectacular panorámica toca subir 176 escalones a pata. Sí, llévate una botella de agua para cuando alcances la cima de este Everest gótico. La entrada son 2 euros y solo abre de lunes a viernes, de 10 a 13 h. 


Come por todo lo alto

Vistas en el menú

Vistas desde el restaurante del Nobu Hotel.

Mesa con vistas del restaurante Nobu. / Zowy Voeten

Si lo de subir cientos de escalones para tener la ciudad a tus pies no es tu estilo y prefieres sacar tus 'stories' sentado, la opción más cómoda: contemplar las vistas con un plato sobre la mesa. Por ejemplo, ubicada en lo alto del Museu d’Història de Catalunya, desde la terraza de 1881 per Sagardi (Pau de la Vila, 3), perfecta para vermutear, por cierto, se divisa el puerto, Montjuïc y la Barceloneta.

O la Torre d’Alta Mar (paseo de Joan de Borbó, 88), un clásico de la Barceloneta. Situado sobre una de las paradas del teleférico, a 75 metros de altura, tiene vistas 360º a toda Barcelona. Por último, Nobu (avenida de Roma, 2), el restaurante fusión ubicado en la planta 23 de lo que fue la Torre Catalunya. Por supuesto, una panorámica envidiable.


A vista de pájaro

‘Tour’ en helicóptero

¿Que estar a 70 metros de altura te sabe a poco? ¿Le falta adrenalina ver la ciudad desde un edificio acristalado? Haz tus 'stories' a vista de pájaro con un 'tour' en helicóptero. Eso sí, es probable que el pulso volando te deje un 'book' fotográfico más borroso que el futuro laboral de Albert Rivera. Hay varias compañías en Barcelona que prometen una experiencia a la altura, como Helicóptero Barcelona, con rutas de 12 minutos que sobrevuelan edificios emblemáticos como la Torre Agbar o el Camp Nou. Más opciones, Yumping, compañía dedicada a los deportes de aventura, o Cathelicopters. Ambas disponen de 'packs' que te permitirán contemplar Barcelona, literalmente, por encima del hombro.

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