Planes para recuperar el espíritu de Navidad en Barcelona

Para muchos, esta última semana ha sido catastrófica. Como decía una usuaria en Twitter: «Con la lluvia, la niebla, que la mitad de la ciudad está confinada y que casi no hay gente por la calle, más que Barcelona vivo en Silent Hill». Entre el aluvión de malas noticias, hasta Santa Claus le daría la razón al Grinch. Por eso, toca revitalizar el espíritu navideño. Apúntate en la agenda todos estos planes: después de esta ruta, ni necesitarás a Rudolph para iluminar la Navidad.  

Vistas navideñas

‘Skyline’ iluminado

Un plan que lo petará en tu Instagram: vistas navideñas. Si Barcelona ya es, de por sí, fotogénica, con las luces deja una estampa que provocará un tsunami de 'likes.' Algunos de los sitios con las mejores vistas de la ciudad son la noria del parque de atracciones del Tibidabo (que, además, organiza actividades navideñas para todos los públicos hasta el día de Reyes), o la que hay instalada frente al mar, en el complejo navideño del Moll de la Fusta. 

Si prefieres hacer las fotos tomándote una copita, 83.3, la terraza del Royal Passeig de Gràcia (en el número 84). Tiene vistas a la Casa Batlló y una panorámica de las luces del paseo de Gràcia. Además, tomándote un cóctel, seguro que entras rápidamente en calor.

Luces callejeras

‘Hot spots’ festivos

Ya ves la luz al final del túnel de la pandemia. O, al menos, las de Navidad, que te quitarán la ómicron de la cabeza durante un rato. Para recuperar el espíritu festivo, nada mejor que un paseo por las decoraciones más brillantes de la ciudad. Empieza por la plaza de Sant Jaume, cuyo pesebre, este año, está hecho a base de luces escondidas en las fachadas entre las Ramblas y la vía Laietana. La versión festiva de 'Buscando a Wally'.

Como siempre, las luces callejeras más destacables son las de Gran Via, Aragón y la Rambla. Sin embargo, este año son dignas de mención las de la plaza de Catalunya, que, con forma de onda expansiva, representan un corazón luminoso que hace de centro neurálgico de las luces de la ciudad. El kilómetro cero de la Navidad barcelonesa, en resumidas cuentas. 

Y si te entra un afán que ni Abel Caballero y quieres más luces, tranquilo, hay más 'hot spots' luminosos. Por ejemplo, el videomapping de la Casa Batlló (paseo de Gràcia, 43), que ilumina su emblemática fachada con motivos navideños. O el brillante espectáculo de Sant Pau (Sant Antoni Maria Claret, 167). También el Nadal al Port, que ha decorado el Port Vell con miles de bombillas de colores y ha puesto un pesebre de luces flotando en el mar.  

Época de mercadillos

De compras

Otra de las grandes tradiciones navideñas, los mercadillos. Santa Llúcia y Sagrada Família ya se han despedido hasta el año que viene, pero el de Gran Via, el del Port Vell y el del Poble Espanyol continuarán hasta la víspera del día de Reyes, el 5 de enero. 

También vuelve la edición navideña del mercado de segunda mano Fleadonia, uno de los clásicos barceloneses, que lleva desde 2007 siendo la meca de las chaquetas de pana y los tejanos campana, el uniforme oficial del moderneo barcelonés. Su próxima edición será el 2 de enero en Salvador Seguí (la plaza de la Filmoteca). Ideal para recibir el 2022 con una sesión de compras sostenibles.

Y una opción donde rendirte al consumismo, aunque tengas menos presupuesto que la saga 'Sharknado'. Bienvenido al Todo a 1 €! y el Booom Market (entre 1 y 5 euros) de Two Market. Las próximas ediciones son el 30 de diciembre, para el Booom, y el 2 de enero, el de 1 euro. En la Nau Bostik (Ferran Turné 11).

Tiendas festivas

Laponia 24/7

Los mercadillos son geniales, pero una hora de compras al aire libre y acabas con los labios más secos que el decorado de un wéstern. Plan B para tus compras navideñas: Käthe Wohlfahrt (Banys Nous, 15), la tienda de Navidad más grande de España, con 300 metros cuadrados de productos festivos. El local, que recrea un pueblo de Baviera, algo así como una especie de Poble Espanyol de la Navidad, ofrece juguetes, figuras, adornos, decoraciones, incienso y todos esos objetos que no pueden faltar en casa para revivir el espíritu navideño.

Si Käthe Wohlfahrt es Laponia 24/7, Bon Vent (Argenteria, 41) es lo opuesto: aquí se respira mediterráneo incluso con la mascarilla puesta. Eso sí, que su aura marina no te confunda. Su decoración navideña tiene un gusto exquisito, con motivos muy barceloneses llenos de colores azules, dorados y terrizos. Y con precios muy asumibles para lo que son las decoraciones festivas. 

Y, si lo que buscas es tradición catalana, dos recomendaciones más. La primera, Pessebres Puig (Comte Borrell, 127), que lleva desde 1933 especializándose en pesebres, figuras y todo tipo de objetos para crear un Belén tan espectacular que cuente con su propio ecosistema. Y, la segunda, Subirà (Baixada de la Llibreteria, 7), una de las últimas cererías que quedan en la ciudad. Porque, aunque la llama del gremio se ha ido apagando poco a poco, todavía resisten gracias a productos como sus velas en forma del galet gigante de la escudella. Mejor centro de mesa para estas Navidades no lo encontrarás. 

Jerséis de Navidad

Tendencia tiktokera

Cada Navidad hay una moda absurda que lo peta en las redes sociales. Este año le ha tocado a los jerséis feos. Cuanto más rocambolesco, rococó y barroco sea, mejor. ¿Que es un estampado de gatos festivos espaciales? Perfecto. ¿Que tiene colores que ni Agatha Ruiz de la Prada? Todavía mejor. ¿¡Que encima tiene luces!? Excelso. 

Para unirse a la moda tiktokera de estas fiestas, los especialistas son la tienda online jersey-navideno.es, cuya pasión navideña ha sobrepasado los jerséis y hacen hasta vestidos con estampado de papel de regalo. Ni en la MET Gala encontrarás algo tan 'camp'. También la app Wish, cuyos productos son famosos por su surrealismo -existen cuentas de Instagram dedicadas a rastrear lo más raro de su catálogo-, es otra de las mecas tiktokeras de los jerséis navideños. 

Si las compras online no son lo tuyo, Trik Barcelona cuenta con una amplia oferta de jerséis de punto (y de calidad). Y, aunque no tiene un local físico dedicado a su marca, puedes encontrar sus productos en varias tiendas textiles barceloneses, como Rollitoasí (Perill 39) o Gemma Fradera (Dante Alighieri 10). 

Actividades con niños

Planes ‘family-friendly’

Si hay alguien en casa que disfruta a tope la Navidad son los niños. Seguramente porque no tener que hacer malabares con tus compañeros de trabajo y pareja para cuadrar las vacaciones hace que veas estas fechas mágicas con inocencia. Para que se te contagie un poco de su espíritu, hay muchas actividades, como las impulsadas por el ayuntamiento en la plaza de Catalunya y Universitat, cuyos festivales navideños cuentan con propuestas que van desde las manualidades y actividades deportivas, hasta marionetas y la cultura.

El Centre Cívic Sagrada Família (Provença, 480) vuelve con la Mostra de Jocs i Joguines (hasta los 12 años), que propone un espacio donde probar nuevos juegos y materiales, experimentar con actividades lúdicas diferentes (minigolf, juegos de sombras, pintura, etc.). Y, sobre todo, enarbolando la bandera de la igualdad de género en los juguetes, un debate que ha estado muy vivo en las Navidades de los últimos años. 

Hay propuestas más tranquilas, como el 'Sotrac', el circo de invierno del Ateneu 9Barris (Portlligat, 11), que vuelve en su 26ª edición con todo tipo de espectáculos circenses, o el musical infantil de Dagol Dagom 'Bye Bye Monstre', que llenará el Poliorama (Rambla dels Estudis, 115) de música hasta pasado el día de Reyes.

Comiendo reno

‘Delicatessen’ sueca

Para los más carnívoros, es la mejor forma de empacharse de espíritu navideño: probando la carne de reno. A este plan mejor no vayas con niños. O eso, o explícales que se están comiendo a la madre de Rudolph. Probablemente, un trauma que ni con la muerte de la madre de Bambi. 

¿Dónde hacerlo? En el restaurante sueco Pappa Sven (Villarroel, 22), cuyo menú incluye esta 'delicatessen'. Puedes probarlo pidiendo el plato de la carta o, directamente, apostar por su bufé libre navideño, que viene incluido. Eso sí, si te ve Papá Noel, este año hay carbón.  

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