Juegos de poesía visual: ¿Cómo se llama la obra?

Guillem Dotú se define como aprendiz de poeta visual. Educador social, llegó a la práctica de este arte casi por casualidad, animado por otro poeta visual, Miquel Mercader, compañero de fatigas en el centro de menores tutelados Els Castanyers que la DGAIA tiene en Palau-solità i Plegamans. "Fue una manera de cambiar de chip, de liberar la carga emocional del trabajo. La poesía visual te hace flotar, estás inmerso en tu imaginación, cualquier cosa de tu entorno puede convertirse en poesía, puedes jugar en cualquier sitio", explica Dotú. Una cuarentena de sus obras se pueden ver ahora (del 28 de septiembre al 28 de octubre, en horario lectivo de lunes a viernes) en el PassARTdís, un espacio dedicado al arte en la facultad de Filosofía y Letras de la Universitat Autònoma de Bellaterra (UAB).

Brossa como referente

Con el maestro Joan Brossa como gran referente, Dotú, que trabaja sólo con la cámara de un teléfono móvil y con la luz del sol, explica que lo más difícil es dar con una idea. "Pero a partir de aquí, el arte es inmediato. Creas de la nada, observando tu entorno. A veces serás irreverente, otras satírico, otras más profundo. Es estimulante". Y, como en toda obra de arte, el objetivo: comunicar, sugerir, hacer pensar.

Dotú ha aceptado el juego que le ha propuesto EL PERIÓDICO: ¿Cómo se llama la obra? A partir de una selección de sus trabajos, proponemos al lector el juego de acertar el título de la obra. Algunos títulos serán más evidentes que otros, pero todos guardan relación con la imagen, en sutiles juegos de palabras. Y todos nos harán parar un momento a pensar y, también, sonreír.

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