El mejor cine barcelonés llega a los barrios

La ciudad de Barcelona es uno de los principales centros creativos cinematográficos con unas cuantas productoras que se esfuerzan para, pese a las circunstancias adversas, seguir rodando filmes de calidad bien sea aquí o en paisajes lejanos. La cosecha de este último año ha sido escasa debido a los motivos que todos conocemos pero ha ofrecido un puñado de grandes títulos que vale la pena descubrir. De ello se ocupa regularmente Pantalla Barcelona, un ciclo organizado por Barcelona Film Commission que ofrece las mejores películas producidas o rodadas aquí, y que puede verse gratuitamente (previa reserva) en los centros cívicos de la ciudad. Esta sexta edición se celebra hasta el 23 de julio y su principal particularidad consiste en que será al aire libre en plazas y espacios cercanos a los centros de Can Basté, Pati Llimona, Can Clariana Cultural, Casa Groga, Ateneu Fort Pienc, Zona Nord, Vil·la Florida, La Sedeta, Cotxeres de Sants, Josep Maria Trias i Peitx y Auditori Sant Martí. Empieza la sesión.

El universo de Lluís Danés

Una de las programadas es la gran ganadora de los premios Gaudí, La vampira de Barcelona, que obtuvo cinco estatuillas, entre ellas la de mejor película, además de ser la más votada por el público en el festival de Sitges. Es la adaptación de un suceso real que tuvo lugar en 1912, que ha firmado Lluís Danés (Llach: la revolta permanent, Laia) con un impresionante reparto de grandes actores catalanes: Roger Casamajor, Bruna Cusí, Nora Navas, Mario Gas, Sergi López, Francesc Orella, Núria Prims, Anna Alarcón o Pablo Derqui. El filme sigue los pasos de Sebastià Comas, un periodista que está investigando la misteriosa desaparición de niños en la ciudad. La policía detiene a una mujer pobre como sospechosa y la prensa la etiqueta como “la vampira del Raval”, pero el reportero no acaba de creerse la versión oficial y sigue adelante con sus pesquisas aunque su vida pueda correr peligro.

Si la historia resulta interesante no lo es menos como la ha llevado a cabo Lluís Danés trasladándola a su maravilloso universo. La película recurre al blanco y negro aunque hay algún detalle de color rojo (como en La lista de Schindler) y las escenas que transcurren en el prostíbulo son a todo color. Por si fuera poco, le ha dado una textura casi teatral con aires expresionistas y utilizando deliciosos elementos fantásticos y miniaturas a lo Wes Anderson. Visualmente es una auténtica delicia repleta de soluciones ingeniosas y originales para suplir la carencia de presupuesto.

Ella se casa… sola

Otro de los filmes más celebrados del año es La boda de Rosa, una comedia dramática dirigida por Icíar Bollaín y protagonizada por Candela Peña, Sergi López, Nathalie Poza, Ramón Barea y la joven Paula Usero (Velvet Collection, Amar es para siempre). Obtuvo, entre otros, los premios a la mejor comedia en los Feroz, mejor actriz en los Gaudí y mejor secundaria (Poza) y canción (Rozalén) en los Goya. La protagonista, Rosa, es una mujer que está todo el día ocupada. Trabaja en el departamento de vestuario de una productora audiovisual, se encarga de sus sobrinos y cuida al gato de una amiga, todos le exigen su ayuda y ella nunca sabe decir no. Llega al límite cuando su padre viudo le dice que va a instalarse en su casa y decide refugiarse en el taller que llevaba su madre en Benicàssim. Allí tomará una importante decisión: casarse… consigo misma.

Es una película aparentemente ligera que esconde múltiples cargas de profundidad. Todos conocemos a alguna Rosa, esa mujer que se desvive por los demás y no tiene tiempo para sí misma. Una súper heroína de la vida real que un día dice basta. Su intención con este gesto es comprometerse con ella misma a respetarse, quererse y valorarse. Y también que los demás la valoren, la dejen hablar y la escuchen, ya que su entorno es bastante egoísta. El filme está rodado en Valencia y algunos de los actores hablan en catalán aunque la mayor parte es en castellano. Aunque trata un tema dramático es muy irónica y provoca más risas y carcajadas que muchas presuntas comedias que utiliza para denunciar, poniendo buena cara, la situación de la protagonista.

Otra perspectiva del ‘bullying’

Algo más desapercibida pasó Uno para todos, la nueva cinta del director navarro David Ilundáin, autor de B, la película (2015), que era la adaptación cinematográfica de la obra teatral de Jordi Casanovas en la que desgranaba el duelo entre el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, y el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, sobre la financiación ilegal de esta formación. Este trabajo tiene un tono muy diferente, de drama costumbrista con algo de humor, y está protagonizado por David Verdaguer (10.000 km., Estiu 1993) y Patricia López Arnáiz (reciente ganadora del Goya por Ane).

El actor catalán interpreta a Aleix, un profesor suplente de Primaria contratado para sustituir por unos meses a una maestra embarazada en un pueblo de Aragón. Llevará la clase de Sexto, donde hay un niño ausente ya que padece un linfoma. Se interesará por su estado y le ayudará a reintegrarse en el grupo aunque no le resultará fácil. En esta tarea tendrá un papel muy importante una profesora domiciliaria que colabora con él y con la que el novato tendrá mucha química. Pese a lo que pueda parecer no es la típica película sobre la superación de una enfermedad ya que, en el fondo, es una inteligente y original aproximación al tema del acoso escolar explicado de una manera totalmente innovadora y sorprendente.

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Viaje iniciático al Senegal

Un camino similar es el que ha seguido la realizadora catalana Neus Ballús, que sorprendió y obtuvo múltiples premios con su debut, el documental La plaga, y que se pasó a la ficción con El viaje de Marta (Staff only), un drama ambientado en Senegal que protagonizan la debutante Elena Andrada, Sergi López, Ian Samsó y los africanos Diomaye Augustin Ngom y Madeleine C. Ndong. El filme se centra en una adolescente que viaja de vacaciones al país africano con su hermano pequeño y su padre, que regenta una agencia de viajes y tiene que cerrar un negocio allí. Durante la estancia tendrá un romance con el joven senegalés que está filmando su viaje y conocerá los problemas de una chica que trabaja en el hotel.

Es una película iniciática a medio camino entre el documental y la ficción que intenta mostrar el difícil paso de la adolescencia a la madurez de una chica. Está rodada con actores que trabajan de una manera muy natural y espontánea, lo que le da mucha frescura al filme. Destaca el retrato de la gente senegalesa que, pese a su condición humilde, intentan vivir con la máxima alegría posible. Como contraste, ironiza sobre las actividades de los turistas del resort, algunas de ellas algo ridículas. Muestra muy bien la evolución de la chica, que es una cuando empieza la película y otra muy distinta al final. 

Un suicidio inexplicable... ¿o no?

Por último, también se proyecta Litus, del director catalán Dani de la Orden, que ha ido ganándose un prestigio en el terreno de la comedia con filmes como Barcelona nit d’estiu (y d’hivern), El pregón o El mejor verano de mi vida y la reciente Loco por ella. Litus, basada en una obra teatral de Marta Buchaca (también escritora de Solo una vez, acabada de estrenar) supone un pequeño giro en la filmografía del realizador porque, aunque tiene algunas situaciones de comedia negra es, en realidad, un drama generacional.

La trama parte de una premisa similar a la de Reencuentro, es una reunión de amigos en homenaje a Litus, un compañero que ha fallecido. El chico se ha suicidado y nadie entiende por qué. Su hermano acude a la cita y les explica que les entregará unas cartas personalizadas que escribió antes de morir. El filme basa su fuerza en el texto y la compenetración entre sus excelentes actores: Quim Gutiérrez, Álex García, Belén Cuesta, Adrián Lastra, Miquel Fernández y Marta Nieto. Cinco muestras de que, pese los múltiples inconvenientes, la producción catalana sigue muy viva.

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