QUÉ HACER HOY EN BARCELONA
Una obra entre Kafka y el azar
Chaska Mori explica su experiencia en 'El apellido comienza conmigo'
Eduardo de Vicente
Periodista
Un género que está cotizando al alza en los últimos años es el del teatro documental. Son historias reales explicadas por sus propios protagonistas que, por lo general, ni siquiera son actores profesionales sino meros transmisores del texto que ellos mismos han vivido. Un buen ejemplo fue la reciente P.A.U. (Paisatge als ulls) que presentó recientemente la Sala Atrium y en la que tres senegaleses explicaban sus experiencias hasta llegar a Europa. Ahora La Badabadoc estrena otro título de este tipo, El apellido comienza conmigo, de la dramaturga, directora, guionista y documentalista peruana Chaska Mori, que debía pasar por Barcelona en el Grec del año pasado pero la crisis sanitaria obligó al aplazamiento.
Ella es la única presencia en escena y nos espera sentada con un acordeón en su regazo mientras vemos una serie de elementos que irá utilizando en su relato: una mesita, un ventilador, unos archivadores, un taburete, una manta doblada, una planta y una maleta. Y, en la parte superior, una pantalla donde se irán proyectando imágenes pregrabadas o las que va tomando en directo con una pequeña cámara. Tiene un gesto muy serio, está concentrada y los primeros rótulos nos explican cómo empezó todo.
Una situación kafkiana
“¿Qué pasaría si...” Son las primeras palabras de los carteles que nos ponen en contexto. Ella dejó su país natal años atrás y recibe una llamada para que vuelva ya que su padre está enfermo, pero no llega a tiempo. Descubre que le ha dejado una herencia y con el dinero que recibe, teniendo en cuenta que el país se encuentra en un momento prometedor, decide quedarse y comprarse un terreno junto a la playa. Mientras, en el escenario, Mori esparce arena por el suelo.
Ahora es ella ya quien nos cuenta lo ocurrido mirando a los espectadores a los ojos, haciéndonos cómplices de su insólita historia. La primera parte es surrealista, casi kafkiana, ya que le advierten que unos hombres se han instalado en su propiedad y están levantando un muro y nos lee la denuncia por usurpación que interpuso. Su abogado le recomienda que vaya hasta allí y acuda a la policía (en la pantalla, imágenes del viaje en coche). Los agentes la acompañan al lugar pero sin mucho convencimiento.
Los usurpadores y el juicio
Una vez llega encuentra a ocho tipos y los fotografía (utiliza la camarita para enseñarnos las imágenes ampliadas) y descubre que el líder es un tal Johnny que le dice que la han estafado y que no cause problemas. A partir de este momento se verá envuelta en una red de demandas dificultada por la burocracia, la corrupción, las falsificaciones y las malas costumbres que recomiendan contratar a unos matones para solucionarlo rápidamente. Por si fuera poco, puede tener remordimientos.
Llega hasta el extremo de aceptar la predicción de un adivino y contratar a un carísimo abogado que le saca el dinero. Es el momento de la verdad y enfoca con la cámara a su boca para leer el veredicto del juez, pero el caso no está completamente resuelto y, para que su tortura acabe, decide denunciar lo sucedido en televisión mientras vemos el auténtico reportaje que se emitió años atrás. Sin embargo, aún queda un último cabo por atar, conseguir que los intrusos se vayan de allí definitivamente.
Un giro sorprendente cambia la historia
Aquí es donde se inicia la segunda parte de su relato, la más sorprendente, en la que el azar y el destino juegan un papel muy importante. En un giro inesperado de los acontecimientos descubrirá casualmente una serie de asombrosas revelaciones sobre su familia de la que no sabía casi nada y, en especial, sobre su padre. Al final, abre una maleta repleta de fotos, documentos y cartas de su progenitor, a modo de recuerdos.
Es un montaje que, al ser explicado por su propia protagonista, alcanza un alto grado de verismo y, por muy increíble que parezca la segunda mitad, no nos queda otro remedio que creérnoslo, cosas más raras han pasado… Esta experiencia la volcó también Chaska en un documental del que provienen algunas de las imágenes que vemos en la obra y que los interesados en conocer más sobre ella pueden ver bajo estas líneas. La increíble historia de una familia con un título que, sin ser un spoiler, da una pista sobre las claves del tema: El apellido comienza conmigo.
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