El deseo sexual de la mujer, al desnudo

Durante muchos años la sexualidad femenina era un tema que no se trataba ya que se suponía que tenía que estar al servicio de la voluntad del hombre, como si ellas no pudieran sentir deseo y otras sensaciones. Afortunadamente, la situación ha cambiado y ahora ya pueden expresar lo que quieren, necesitan y anhelan. Esta es, en gran parte, la intención del colectivo de danza contemporánea Iniciativa Sexual Femenina integrado por la finlandesa Elisa Keisanen, la francesa Élise Moreau y la española Cristina Morales, que nació en el centro social autogestionado Can Vies y pretende aportar una perspectiva feminista, libertaria y alejada de las normas tradicionales. Para comprobar cómo es su trabajo basta con pasarse por el Antic Teatre donde, hasta el domingo, presentan su último montaje, Catalina.

Su entrada en escena es muy potente, con un baile frenético con el Live in the U.K. de la banda femenina punk Red Aunts y con la música de Siniestro total (Al fondo a la derecha). Se desnudan quedando cada una de ellas vestidas únicamente con una prenda mientras muestran sus evoluciones frente a un auditorio en un silencio casi hipnótico. La poesía y la canción llegan con su interpretación de Catalina, a medio camino entre la nana y el quejío mientras lanzan su lema: “no hay buen follar si no llevas tú la iniciativa”. Y lo demuestran.

Formas y canciones

Se enredan en diversas posturas en las que se tocan, se besan, se chupan, se lamen, se frotan, saltan mientras sus cuerpos están en continuo movimiento, se combinan creando figuras muy estéticas o giran sosteniendo la una a la otra. Provocan las primeras sonrisas de complicidad cuando se ponen unos pantis e introducen los brazos en los mismos mientras caminan de forma extraña de puntillas.

Las canciones populares como el Romance de la Gallarda (de La Badana) también les sirven de inspiración hasta que aparece en escena una mesa de la que cuelgan unos collares y cuyas patas les servirán de juguete erótico para hacer realidad sus fantasías. El Extremaydura del disco Rock transgresivo de Extremoduro (“desde que tú no me quieres, quiero más a los animales, y al animal que más quiero es al buitre carroñero”) es igualmente utilizado como banda sonora.

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Reivindicación de la sexualidad femenina

Se expresan superponiendo sus cuerpos, respirando fuertemente tras el esfuerzo realizado mientras suena en off un triste cuento interpretado por una mujer con acento extranjero y acaban con una reivindicativa canción que ironiza sobre los problemas femeninos, de la regla al Tampax pasando por las enfermedades venéreas. Es casi una hora muy intensa, en la que las artistas han querido mostrar a su manera su lucha por sus derechos centrándose en su apetito sexual y mediante la plasticidad de sus cuerpos.

Es un espectáculo valiente, experimental, arriesgado, sin ningún tipo de complejos, entre la danza, la performance y la provocación. Un trío al que le gusta decir las cosas por su nombre y gritarlas al viento sin temor a que nadie las frene. Tan bestial como extenuante y violento en algunos momentos, pero siempre con ansias de libertad, de expresión, de resistencia. Un grito desesperado para hallar su modo de vivir la sexualidad a su manera y animar a otras mujeres a que encuentren su propia iniciativa.