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Barcelona y el mar en la posguerra

El Museu Marítim expone fotografías de los 40 y 50 en 'Imatges trobades'

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mmb negatius / MMB / ARXIU FAMILIA TUSQUETS GRAS / JOAQUÍN TUSQUETS DE CABIROL

Eduardo de Vicente

Eduardo de Vicente

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Buscando en el baúl de los recuerdos a veces aparecen pequeños tesoros de los que ni siquiera tenemos constancia de lo importantes que pueden llegar a ser. Un hecho fortuito provocó el descubrimiento de un material insólito que parecía perdido. La historia nos transporta al año 2004, cuando el coleccionista Toni Amengual encontró en un contenedor de basura en Palma de Mallorca, una serie de más de 4.000 negativos de fotografías realizadas en los años 40 y 50 centradas, sobre todo, en la relación entre Barcelona y el mar durante la posguerra. Las conservó y digitalizó, así como compartió algunas por las redes sociales para intentar descubrir quién fue el autor. El fenómeno se viralizó y, finalmente, se descubrió que fueron obra de un fotógrafo amateur, Joaquín Tusquets i Cabirol. La Diputació de Barcelona y el Museu Marítim de Barcelona (MMB) consiguieron finalmente adquirirlas y ahora esta última institución ha seleccionado algunas de ellas para crear Imatges trobades, una exposición que podrá verse en este recinto hasta el 10 de octubre.

Detalle del autorretrato del fotógrafo aficionado, autor de esta colección.

Detalle del autorretrato del fotógrafo aficionado, autor de esta colección. / MMB / ARXIU FAMILIA TUSQUETS GRAS / JOAQUÍN TUSQUETS DE CABIROL

El autor y su entorno

El primer apartado está dedicado a descubrir la figura de Joaquín Tusquets i Cabirol, un perito químico aficionado a la fotografía que dedicaba su tiempo libre a retratar la vida cotidiana gracias a lo cual podemos disfrutar ahora de su obra. En esta sección nos explican la historia de cómo se consiguieron estos negativos, quién era (podemos ver incluso su autorretrato), su obra y nos hablan de los aficionados a este arte. Igualmente nos cuentan la relación de Tusquets con el MMB, que fue fundado justamente en esa época, en 1941 y, en dos vitrinas, podemos ver un ejemplo de los negativos recuperados.

El Museu Marítim de Barcelona se inauguró justamente en el año 1941.

El Museu Marítim de Barcelona se inauguró justamente en el año 1941. / MMB / ARXIU FAMILIA TUSQUETS GRAS / JOAQUÍN TUSQUETS DE CABIROL

No fueron unos años fáciles, la dictadura franquista empleaba su mano de hierro y uno de los datos más interesantes consiste en descubrir que el puerto barcelonés era uno de los objetivos prioritarios durante la guerra por lo que sufrió los bombardeos con la excusa de que era un lugar de tráfico de armas. Sorprende la imagen de un barco volcado en el agua. También se contextualizan estas fotos recordando que eran los tiempos de la censura, ejemplificados con un retrato de la actriz de Sofía Loren, antes y después de ser retocado para ocultar su escote. También vemos un libro de la memoria de la Junta de Obras del Puerto y sus excursiones fotográficas por este lugar donde Tusquets quería mostrar su cara más amable y la reconstrucción que se estaba llevando a cabo.

Sofía Loren con el escote retocado por la censura franquista.

Sofía Loren con el escote retocado por la censura franquista. / EPC

El puerto y sus gentes

El siguiente espacio está destinado a reunir sus imágenes del puerto barcelonés, en esa etapa de estancamiento económico provocado por la guerra, con una cincuentena de ejemplos de la actividad que allí tenía lugar. Las barcas de pescas, los trabajadores, una mujer cosiendo redes, los niños en el muelle. En aquellos momentos de pobreza y con tan pocos alicientes en la ciudad de posguerra se convirtió en uno de los principales espectáculos de Barcelona, con la gente recorriendo los alrededores, acercándose al rompeolas, disfrutando del paisaje, viendo a los pintores retratando el entorno, dando una vuelta en las golondrinas u otras barcas de paseo o, simplemente, pescando.  

En esa época era habitual ver a artistas que pintaban el puerto.

En esa época era habitual ver a artistas que pintaban el puerto. / MMB / ARXIU FAMILIA TUSQUETS GRAS / JOAQUÍN TUSQUETS DE CABIROL

Resulta curioso comprobar cómo las frecuentes visitas de la VI Flota Estadounidense contribuyeron a animar el sector de la restauración y el turismo así como la industria naval. Otro elemento que aportaron fue la importación de tendencias como los pantalones tejanos, el jazz o el rock and roll. Veremos a los estibadores trabajando en los barcos de mercancías, las competiciones deportivas de vela o regatas, así como el aspecto más comercial, las charlas entre trabajadores o los pailebotes reconvertidos en motoveleros.

Aspecto general de la sala dedicada al puerto barcelonés.

Aspecto general de la sala dedicada al puerto barcelonés. / MMB

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Los concursos y el comedor

Tras una cortina encontramos Tusquets, la pasión por la fotografía. En una vitrina podemos ver sus utensilios habituales: las cámaras, los estuches, los filtros y otros materiales. Se analiza también la importancia en aquellos años de los primeros concursos de fotografía del MMB. Tusquets participó en 1948 con Neptunea y quedó en la posición número 24. Mucho mejor le fue en 1961 cuando se llevó el cuarto premio por Sala Pere IV. Se exhiben los álbumes donde guardaba los negativos, folletos de las exposiciones de fotografía marítima y algunos ejemplos de estos negativos. Se recalca la dificultad que había para conseguir material fotográfico, se destaca la importancia de conservar y digitalizar este archivo y, en un gran collage, se recogen algunas de sus obras.

El 'collage' compuesto por varias de las obras del fotógrafo.

El 'collage' compuesto por varias de las obras del fotógrafo. / EPC

En la última sala se muestra una gran foto del espigón del puerto y se reproduce un comedor de los años 50 con sus sillas antiguas, el reloj de péndulo, una lámpara, cuadros en las paredes y una cómoda sobre la que descansa un maletín. Pero el elemento más curioso de todos es un vetusto reproductor de diapositivas que proyecta algunas de las imágenes tomadas por el autor. Un apasionante viaje por el tiempo que nos transporta a la Barcelona marítima de hace ocho décadas. Y es que, buscando en el baúl de los recuerdos cualquier tiempo pasado no es necesariamente mejor, pero sí que es muy didáctico para conocer de dónde venimos.    

En la última sala se reproduce un comedor de la época con su proyector de diapositivas.

En la última sala se reproduce un comedor de la época con su proyector de diapositivas. / MMB