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La vigencia del teatro del absurdo de Ionesco

El Almería Teatre recupera 'Deliri a dos', sobre dos personajes confinados

deliri abrir

deliri abrir / MARIA BESORA

Eduardo de Vicente

Eduardo de Vicente

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El escritor franco-rumano Eugene Ionesco destacó por sus piezas teatrales en las que jugaba con la lógica por medio de textos burlescos con los que intentaba reflejar la soledad humana y retratar con un punto de humor el caos de este mundo por los que fue considerado, junto a Samuel Beckett, como el padre del absurdo. Ninguna palabra podría ajustarse mejor a la situación que estamos viviendo estos últimos meses. En su obra destacan títulos como La cantante calva, El rinoceronte o El rey se muere y, ahora, el Almería Teatre rescata uno de sus trabajos más premonitorios, Deliri a dos, a cargo de la compañía Bojum dirigida por Montse Bonet.

Cuando entramos en la sala, vislumbramos los cuerpos en movimiento de los dos protagonistas escondidos bajo las sábanas de un colchón y solo vemos sus piernas. En el decorado hay igualmente unas plantas y destaca a mano derecha una escalera metálica coronada por un marco que hará las funciones de ventana. Los protagonistas no tienen nombre son Él (Òscar Intente) y Ella (Montse Puga).

Aspecto general de la escenografía del espectáculo.

Aspecto general de la escenografía del espectáculo. / MARIA BESORA

Discusiones irónicas de pareja

Pronto descubrimos que ambos abandonaron a sus respectivas parejas muchos años atrás pero están insatisfechos con su vida. Sus diferencias de criterio son ejemplificadas con una extraña teoría que Ella mantiene según la cual el caracol y la tortuga son el mismo animal y asegura que ellos nunca se ponen de acuerdo, ni siquiera tienen frío o calor a la vez. Reflexionan sobre el presunto fracaso de su matrimonio y se reprochan cosas, pero siempre con un punto de ironía, esto no es un drama de Bergman.

La pareja discute sus diferentes puntos de vista mientras permanece en el colchón.

La pareja discute sus diferentes puntos de vista mientras permanece en el colchón. / MARIA BESORA

Su discusión se detiene cuando empiezan a escuchar las bombas que suenan en el exterior. Él mira por la ventana para investigar lo que está ocurriendo, fuera hay una guerra y se está dirimiendo quién será el vencedor. Vuelven a sí mismos para elucubrar sobre lo que podrían haber sido sus vidas si hubieran escogido otro camino y evocan unas experiencias que nunca vivieron. El conflicto en la calle se recrudece e incluso sus vecinos reciben una misteriosa visita.

Él se asoma a la ventana para investigar sobre lo que está ocurriendo en el exterior.

Él se asoma a la ventana para investigar sobre lo que está ocurriendo en el exterior. / MARIA BESORA

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Atrapados y confinados

No saben si quedarse o huir pero una fuerza invisible les impide salir de allí, como si estuvieran en El ángel exterminador de Buñuel. Enrollan el colchón, bailan y discuten sobre lo que es un muñeco que ha aparecido como por arte de magia. Sentados en el suelo y protegidos bajo la manta rememoran su infancia mientras la batalla llega a su fin y concluyen que todo el mundo está inmovilizado. Antes por la guerra y ahora están de fiesta porque se ha declarado la paz…

Los personajes rememoran su pasado mientras se cubren con una manta.

Los personajes rememoran su pasado mientras se cubren con una manta. / MARIA BESORA

Es un texto complejo, fiel a la intención de Ionesco que, en tan solo una hora, plantea múltiples dilemas, desnuda a sus personajes, muestra sus miedos pero también su incapacidad de hacerles frente, con dos actores entregados a la causa en cuerpo y alma, una escenografía precisa y que juega también con la sugestión del sonido. Una pieza arriesgada y tan intemporal que resulta actual (son dos personajes confinados) y ofrece la posibilidad al espectador de leer entre líneas y sacar sus propias conclusiones. En ese sentido no estaría nada mal organizar un fórum posterior a la función para debatir puntos de vista. ¿Absurdo? Sí, pero también mucho más real de lo que aparenta. Un delirio con mucho sentido. 

El humor absurdo está presente a lo largo de toda la representación.

El humor absurdo está presente a lo largo de toda la representación. / MARIA BESORA