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Un cuento infantil para identificar las emociones

El Goya recupera 'El monstre de colors' de Anna Llenas

monstre obrir

monstre obrir / TUTATIS

Eduardo de Vicente

Eduardo de Vicente

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Cuando los padres llevamos a nuestros hijos a algún espectáculo pretendemos que, además de entretenerse, adquieran también algún conocimiento esencial. Ese es el principal objetivo de El monstre de colors, un espectáculo de títeres de ropa creado por las productoras Tutatis y Transeduca a partir del libro escrito por Anna Llenas, que se convirtió en un éxito que vendió más de 300.000 copias y se tradujo a 16 idiomas. Esta adaptación teatral también ha tenido una extraordinaria repercusión por lo que han decidido recuperarla en el Goya para los tres próximos domingos. Está repleta de poesía visual y música y su finalidad es que los más pequeños (recomendada para niños de entre 3 y 7 años) aprendan a identificar las emociones, un poco en la línea de la película Del revés (Inside out) pero de una manera más sencilla.

Cuatro manipuladoras se turnan según el día interpretando a los dos personajes protagonistas: el Monstre (Gisela Guitart y Ruth García) y la niña (Laura Bosh y Mireia Casado) bajo la dirección de la misma Ruth García. El escenario está formado por una serie de estructuras de madera blancas. La niña es la primera que hace su aparición, está dibujada en blanco y negro y juega con una pelota con la que se enfada cuando se le escapa, pero entonces conoce al Monstre, que está lleno de colores y balbucea un lenguaje ininteligible. La pequeña descubrirá lo que le pasa: está agobiado y algo perdido, ya que las emociones se le mezclan y no sabe cómo ordenarlas para controlarlas por lo que le sugiere que las saque a la luz y las guarde en un tarro para saber administrarlas.

El Monstre anda algo perdido con sus emociones y deberá guardarlas en tarros.

El Monstre anda algo perdido con sus emociones y deberá guardarlas en tarros. / TUTATIS

La alegría y la tristeza

Cada una de ellas tendrá un color identificativo y la primera es la alegría que es amarilla y contagiosa. Unas sombrillas escenificarán el efecto mientras suena una música animada, los personajes ríen y juegan con unas pelotas y también aparece un pajarito que emite su trino con un silbato. Nos explican que esta emoción nos une y hay que compartirla, que brilla como el sol y está representada por un instrumento de madera con cinco platillos dobles pequeños en su interior.

El color de la alegría es el amarillo.

El color de la alegría es el amarillo. / TUTATIS

La tristeza es suave como el mar y dulce como los días de lluvia, nos cuentan, y es de color azul. El Monstre lleva ahora pintadas rayas de ese color. Una red de pesca le ayudará a protegerse y la escena se convierte en un mar de lágrimas, peces incluidos, gota a gota va saliendo la emoción con una canción de acompañamiento y aprendemos que la tristeza nos ayuda a destapar las penas para que salga el sol.

Con el miedo llega el desconcierto y la soledad.

Una red de pesca ayuda al Monstre a protegerse de la tristeza. / TUTATIS

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Rabia, miedo y calma

El rojo es el color identificativo de la rabia. El Monstre se vuelve loco y agresivo, la cara le cambia y destroza unas telas pintadas de esta tonalidad. Y es que el enfado se produce cuando crees que se ha cometido una injusticia y vuelcas tu rabia contra los otros pero, en el fondo, quien sale más malparado eres tú mismo, es el mensaje que intentan transmitir.

La rabia provoca que el Monstre saque su agresividad.

La rabia provoca que el Monstre saque su agresividad. / TUTATIS

Las luces se apagan súbitamente y entra en juego el miedo. Todo es negro, ha llegado la oscuridad. Te sientes solo, desamparado, vulnerable, te conviertes en un ser cada vez más pequeño, aunque no sea del todo cierto. Aquí la enseñanza consigue en descubrir que el miedo nos ayuda a escondernos de los posibles peligros que nos pueden acechar. Por último, tras la tormenta llega la calma, que es de color verde, más tranquilo y relajado. Las plantas y macetas surgen en el escenario, la música es optimista. Es el momento en que respiras poco a poco, profundamente, lo peor ya ha pasado y te sientes en paz. La calma es ligera como una hoja al viento, nos dicen, mientras suena una música optimista.

El verde, el color de la esperanza, simboliza la calma.

El verde, el color de la esperanza, simboliza la calma. / TUTATIS

Asentando los conceptos

Finalmente, las artistas resumen las emociones descubiertas anteriormente para que los conceptos se asienten. Es un montaje didáctico, muy atractivo visualmente y original que tan solo dura tres cuartos de hora y está indicado para que los peques empiecen a descubrir su personalidad. Tan sencillo como eficaz y tan instructivo como ameno. Un cuento de colores… emocionante.

Un espectáculo de títeres indicado para niños de 3 a 7 años.

Un espectáculo de títeres indicado para niños de 3 a 7 años. / TUTATIS