Tres biografías de cine

El género biográfico es uno de los que más éxito suele tener en el cine. En los Oscar, Goya y demás premios, en muchas ocasiones, los galardonados suelen ser quienes interpretan a personas reales consiguiendo un gran mimetismo. A nivel de taquilla también suelen funcionar bien, quizás por la curiosidad del público por conocer la trayectoria de estos personajes célebres o sus detalles más íntimos. Curiosamente, en la cartelera actual coinciden tres títulos que se ajustan a estos parámetros, muy distintos entre sí pero que retratan a tres figuras importantes del siglo XX.

La descubridora del radio

La primera de ellas es la polaca Maria Sklodowska, más conocida como Marie Curie. El filme, Madame Curie (Radioactive, en su título original) está dirigida por la historietista y directora de cine franco-iraní, Marjane Satrapi (Persépolis) y también está basada en una novela gráfica, pero no suya, sino de Lauren Redniss, adaptada por Jack Thorne, el guionista de la serie jazzística The Eddy. El reparto está encabezado por Rosamund Pike (Perdida, La corresponsal), Sam Riley (Control, Suite francesa) y, en el tramo final, también aparece Anya Taylor-Joy, la popular protagonista de la serie Gambito de dama, que interpreta a su hija Irene. La película arranca en el París de 1934, cuando la científica está a punto de fallecer y recuerda su vida en la capital francesa a finales del siglo XIX, a la que se desplazó para poder llevar a cabo sus investigaciones. Una mujer orgullosa, rebelde y muy independiente que encontró su complemento perfecto en Pierre Curie, otro investigador que se convirtió en su marido. Pero siempre tuvo que batallar contra el machismo de la época que le negaba sus méritos atribuyéndoselos a su esposo y dificultando su trabajo.

Pese a todo consiguió el premio Nobel en dos ocasiones por su descubrimiento de dos nuevos elementos, el polonio y el radio, pero también fue cuestionada y rechazada socialmente por su vida privada que no se ajustaba a los cánones de la época. Sus logros son indiscutibles tanto como su lucha por la ciencia y los esquemas que tuvo que romper para conseguir sus fines. Es una biografía que sigue una narración clásica con recuerdos de infancia y momentos oníricos, pero con una disgresión y es que, durante el filme, se van incrustando escenas sobre las consecuencias de sus descubrimientos en años posteriores a su muerte: tanto positivas (los rayos X o sus aplicaciones en la lucha contra el cáncer) como negativas (las armas y bombas atómicas). Es la eterna lucha de los científicos y nadie como ella para representar el espíritu de Alfred Nobel, que inventó la dinamita con la intención de preservar la paz entre las naciones pero acabó convirtiéndose en un elemento destructivo de primer orden. Las secuencias que transcurren en el futuro son estremecedoras y una denuncia de cómo se pervierte la idea original de un creador para convertirla en algo perverso, macabro y repugnante. Para saber más sobre su vida podemos recurrir al siguiente Podcast.

Resistiéndose a los nazis

Las otras dos biografías no repasan las vidas al completo de los personajes sino que se centran en un momento determinado. De Gaulle, básicamente, aborda las decisiones tomadas por este general y estadista francés en el año 1940. Está escrita y dirigida por el documentalista Gabriel Le Bomin al servicio de un Lambert Wilson (De dioses y hombres, Matrix Reloaded y Revolutions) al que han añadido artificialmente una considerable napia para asemejarse al personaje real. En el reparto también destacan la presencia de Isabelle Carré (Acordarse de las cosas bellas, Tímidos anónimos), que interpreta a su mujer, y de Olivier Gourmet (el actor fetiche de los hermanos Dardenne), que da vida al primer ministro Paul Reynaud.

El filme está ambientado en la segunda guerra mundial y cuenta el enfrentamiento entre los dos bandos franceses ante el avance imparable de las tropas alemanas. Charles de Gaulle es partidario de la resistencia hasta el último momento, de pactar lo que haga falta con Winston Churchill y con Gran Bretaña para frenar a los nazis, incluso poniendo en riesgo las colonias galas. En el otro lado se encontraba el mariscal Pétain, un militar que había ganado grandes batallas pero que pretendía pactar con Hitler para evitar más derramamiento de sangre. De la rebeldía del primero al colaboracionismo del segundo. Y, mientras tanto, la política y el ejército debatiendo cuál era la mejor solución ¿combatir o rendirse?

Frente a la huída del gobierno de París y sus frecuentes viajes a Londres, paralelamente, sufrimos la odisea de su familia, que debe ir escapando hacia lugares más seguros viendo muerte y desolación a su paso mientras el ejército alemán (casi invisible en el filme) se va apoderando de Francia. La película hace especial hincapié en su relación con su hija Anne, que padece el síndrome de down, y destaca la importancia de sus discursos de resistencia para alentar al pueblo francés. El resto de la trayectoria del militar nos será mostrado tan solo por unos rótulos en los que explica lo sucedido a continuación y que, quizás, merecerían otra película.

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El autor de 'Ciudadano Kane'

El tercer personaje es Herman Mankiewicz, prestigioso guionista de Hollywood que protagoniza Mank, dirigida por David Fincher (Seven, La red social) a partir de un guion escrito por su padre, Jack Fincher. El filme relata la creación del clásico del cine, Ciudadano Kane, desde el punto de vista del escritor interpretado por Gary Oldman. Su secretaria es Lilly Collins, la hija del músico Phil Collins que fue Blancanieves en Mirror mirror; Tom Burke (The souvenir) es Orson Welles; Charles Dance (El último gran héroe y Tyron Lannister en Juego de Tronos) es el multimillonario William Randolph Hearst y Amanda Seyfried (Mamma Mia) es su amante, la actriz Marion Davies.

En un nostálgico blanco y negro explica cómo un Mankiewicz, postrado en la cama tras un accidente de automóvil, va redactando a la chica la que sería su obra maestra. Lo único que le interesa a los Fincher es ese guion y los únicos flashbacks que utiliza no son para mostrar su infancia o sus obras anteriores sino para que el espectador conozca su compleja relación con el magnate en el que se inspiró para dibujar los rasgos principales de Charles Foster Kane. También desvela sus adicciones, su complicidad con su hermano, Joseph L.Mankiewicz (futuro director de Eva al desnudo o La huella) y sus encontronazos con Welles para que se reconociera su autoría.

Se comenta que Mank es una de las principales favoritas para llevarse los Oscar de este año y que, por fin, dada la ausencia de estrenos en salas, Netflix (donde ya puede verse) consiga el premio gordo. En primer lugar por su carácter de revisionismo cinéfilo, muy del gusto de los votantes de la Academia, por la complejidad de su guion y por la ajustada interpretación de su reparto. No sería de extrañar que fuera la ganadora y que demostrara, una vez más, que las biografías, sean totales o parciales, siguen despertando el interés de público y crítica.