Historias explicadas por objetos

Los seres humanos nos pasamos la vida rodeados de objetos que nos hacen el día a día más fácil: un ordenador o un móvil, pero también una silla, una mesa o una cama. ¿Podemos imaginar lo que explicarían de nosotros si pudieran hablar? Una reflexión interesante, ¿no? Pues sobre esta base se ha organizado una curiosa exposición, Coses que les coses diuen que estará en el Fabra i Coats Centre D’Arts Contemporani de Barcelona hasta el 17 de enero. Consiste en una serie de obras artísticas y objetos cotidianos que pueden hablarnos de la historia reciente, muchos de ellos centrados en la trayectoria de este mismo recinto y otros rincones del barrio o en luchas laborales.

Al entrar, nos sorprende ver una gran cantidad de zuecos de madera depositados en el suelo. Se trata de Sabotage, creado por Sarah Ortmeyer (2009), con los mismos pretende representar este calzado de madera que era más adecuado para correr por los campos que para moverse por las fábricas. Pero también tiene otro significado que nos remite a los tejedores que los lanzaban contra las nuevas máquinas automatizadas que ponían en peligro su trabajo parando así los engranajes y obstruyendo las cadenas de producción. Annette Kelm presenta tres cuadros con fotos que muestran vitrinas sobre la historia del movimiento feminista en la República Federal Alemana y Baden-Wurtemberg entre petos con chapas, revistas y libros.

Un coche, un vídeo y unos pantalones de peto

El arenque ahumado y el cadáver es obra de Stuart Whipps y pretende explicar la historia de la cadena de producción británica de Longbridge (Birmingham), de donde en 1979 salieron más de 4 millones de unidades de Mini, el modelo de coche utilitario de la época, pero cuando cerró sus puertas en el 2005 provocó la pérdida de más de 5.000 puestos de trabajo. Entre 2004 y 2007 Stuart Whipps fotografió toda la fábrica y adquirió el chasis oxidado de un Mini de 1979 para entender mejor qué lecciones se podían extraer del cierre de la empresa. Para ejemplificarlo muestra una mesa con fotos de partes del motor, la caja de cambios y otras partes del coche, así como periódicos de 1979. Enfrente puede verse un capítulo de la serie Hotel Fawlty, protagonizada por John Cleese titulado justamente The kipper and the corpse en el que se parodia el socialismo y, un poco más adelante hallaremos un flamante ejemplar de un Mini naranja.

El norteamericano James N. Kienitz Wilkins es el autor de This Action Lies (Esta acción miente, 2018), un video digital de media hora en el que muestra un montaje sincopado de tres tomas estáticas de un vaso de espuma de poliestireno blanco de Dunkin Donuts. Una voz en off (con subtítulos) ironiza sobre el capitalismo y plantea que este recipiente para café no sólo es producto de un sistema de producción patriótico, barato y ventajoso, sino que da pie a una reflexión divertida e introspectiva sobre la naturaleza fundamental de la fe, la esperanza, la vida, la imagen de sí mismo y el valor de realizar películas analógicas. Más adelante encontraremos otras cuatro fotos de Annette Kelm. Se trata de cuatro impresiones cromogénicas en las que muestra cuatro pantalones de peto en diferentes posiciones: relajada, estándar, pateando y saltando.

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El mobiliario de uso diario del barrio

El tramo final de esta exposición está ideado por Haegue Yang dedicado al mobiliario de distintas épocas. En muchos casos forma o formó parte de lugares emblemáticos del barrio. En el primer grupo hallamos el banco del Ateneu L’Harmonia impulsado por Makea Tu Vida para promover la ocupación libre y responsable del espacio público, la banqueta del piano del Taller de Música por la que han pasado artistas como Chano Domínguez, Omar Sosas o Marco Mezquida o las sillas del despacho de la concejalía del distrito. Podemos ver las sillas del Institut Martí i Pous, una de ruedas de la asociación Centre Pont del Dragó, una réplica de la silla roja y azul de Rietveld o, la más original, una creada con elementos reciclados para denunciar la situación climática.

Los alumnos del jardín de infancia municipal La Filadora pueden utilizar unas sillas que también pueden servir de mesitas, el presidente de la Federació Catalana d’Escacs, Pepo Viñas también ha cedido su silla y los amigos de Fabra i Coats recuperan un taburete de la antigua fábrica desde el que podía verse una perspectiva general de los telares y de la producción textil. También está la elegante butaca verde de la Conselleria de Cultura, una mesa de Barba Corsini para los apartamentos de La Pedrera, una silla de los años 50 de una empresa textil familiar o una centroeuropea creada por Karl Friedrich Schinkel.

En el siguiente rincón hallaremos una silla centenaria ergonómica de los trabajadores del departamento de administración de Fabra i Coats, una silla española, una plegable del estudio del artista contemporáneo Ignasi Aballí o una divertida mesa desplegable Pítol de 1999 que puede adaptarse a un número variable de personas. Completan este apartado una silla desgastada de la Biblioteca Ignasi Iglesias de Can Fabra, por la que pasan cada día unas 1.400 personas, una de la oficina La Capella y una butaca de la Biblioteca de la escuela Can Fabra.

Imágenes y objetos de otra época

Finalizamos la visita descubriendo el ovillo de hilo del Archivo Fotográfico de Barcelona de Francesc Serra i Dimas. Es una impresión de los años 30-40 de este fotógrafo y litógrafo que se encargó de la fotografía y la comunicación visual de los productos fabricados en la Fabra i Coats y, por eso, tomó imágenes de rodillos, cogollos, tubos y madejas. También se muestra la llave maestra que daba acceso a toda la fábrica, de la que solo había tres copias y una imagen de los obreros con zuecos y alpargatas en 1932. Una demostración de un montón de historias que los objetos pueden explicarnos mejor que nadie. Las cosas hablan, escuchémoslas con atención.