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El Satisfyer inspira la comedia '¿Quieres pecar conmigo?'

El Eixample Teatre estrena esta sátira gamberra de las relaciones sexuales

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Eduardo de Vicente

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Uno de los juguetes sexuales que ha triunfado más en los últimos meses es el ya famoso Satisfyer. No hace falta entrar en detalles sobre su función, ¿no?, quién ignore de lo que hablamos puede buscarlo en Internet… El caso es que ha alcanzado tal popularidad que era cuestión de tiempo que alguien lo incorporara como uno de los elementos principales de una comedia teatral. Y la idea ha sido de la gente del Eixample Teatre, siempre dispuestos a sacar carcajadas de su público que, un día tras otro, responde positivamente a sus propuestas llenando la sala (con el aforo reducido correspondiente, claro).

Su sugerente título es ¿Quieres pecar conmigo? y es la nueva obra de Borja Rabanal, autor de <strong><em>Sex Escape</em></strong> que lleva ya dos años en esta sala y se ha exportado también a Madrid y Valencia, quien también la ha dirigido en colaboración con el actor Joan Olivé (Els músics de Bremen, Open)Open). Antes de empezar ya nos advierten que, en esta ocasión, el telón no se levanta… La solución a este enigma ya provoca las primeras sonrisas. El escenario representa el comedor del piso donde viven dos chicas presidido por un sofá, un armario a la derecha que tendrá múltiples utilidades como en todo buen vodevil y múltiples objetos de decoración, desde un gato chino a un gorila con la camiseta del RCD Espanyol (su autor es un perico confeso) o un póster de Patrick Swayze en Dirty Dancing que también tendrá sus momentos de protagonismo.

Dos treinteñaras y el gurú del sexo tántrico

Allí viven dos treintañeras: Paz (Cristina Brondo) y Mónica (Mònica Macfer / Lluna Pindado). La primera está obsesionada con triunfar como influencer en Instagram, es bastante banal (en el texto se ríen constantemente de estos personajes) y algo más seria que su compañera, más ingenua y desinhibida (la indudable vis cómica de Macfer brilla durante toda la función). Ambas están en paro y no llegan a final de mes y se ven en la necesidad de ceder a alguien una habitación para poder pagar el alquiler. Mónica ha quedado con un chico, Álvaro, por Tinder y cree que es piloto, aunque ya se sabe que en estas citas a ciegas nunca sabes lo que te puedes encontrar…

El siguiente personaje al que conoceremos es el excéntrico François de la Fleur (un hilarante Joan Olivé), una especie de gurú con acento francés vestido de naranja de arriba a abajo que llega en un patinete eléctrico para darle una clase de yoga a Paz pero que, en realidad, es un especialista en el sexo tántrico provocando inesperados resultados en una de las primeras escenas que levantan los aplausos del público. Los juegos de palabras y los dobles sentidos se suceden para regocijo de la platea.

Una teóloga con acento catalán

Las dos chicas esperan ansiosamente la llegada de un paquete por Amazon que contiene dos Satisfyer oficiales (los que tenían eran del chino) y, paralelamente, hace su aparición una candidata a ocupar la habitación. Se trata de Glòria (Marta Fíguls), una mujer con fuerte acento catalán, una cruz como colgante y aspecto monjil que traduce literalmente al castellano frases hechas catalanas con efectos cómicos. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que es una experta en teología católica y que contrasta mucho con las otras dos, mucho más liberales, lo que dará pie a todo tipo de equívocos. No es que cuadre mucho con ellas, pero parece que tiene dinero y pretenden aprovecharse todo lo que puedan…  Rezar el rosario o poner en marcha el Satisfyer, esta es la cuestión.

La reaparición del gurú del sexo, el estricto propietario del piso (Joan Manel Chilet / Benjamín Montes), con el que surgen varios chistes sobre programas televisivos, y el citado Álvaro (Iker Montero) provocarán un enredo monumental en el tramo final, armario incluido, que se resolverá con un desenlace que es una auténtica locura y tiene elementos fantásticos. La música también tiene su importancia con momentos estelares como la canción que interpretan a dúo Mónica y François o la famosa canción Del pita pita del que popularizó un anuncio y que sirve para que todo el reparto nos despida con una coreografía en el más puro estilo Bollywood.

Hoy, miércoles, solo cuesta 7 euros

Son casi dos horas de diversión gamberra con constantes bromas sexuales, pasada de vueltas e interpretaciones descaradas, no es para los que busquen alta comedia, solo pretenden hacer que los espectadores se retuerzan de risa en sus butacas y la verdad es que lo consiguen. Y eso, más que nunca estos días, se agradece y mucho. Además, los miércoles es el día del espectador en esta sala y las entradas cuestan hoy tan solo 7 euros. Así que resulta muy fácil salir satisfechos y querer pecar con ellos…