QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

Una exposición fotográfica denuncia la situación del sector cultural

'Sense Cultura, una societat cega i muda' retrata a artistas con los ojos y la boca tapados

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Eduardo de Vicente

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La gente del mundo de la cultura está harta, cansada de la incertidumbre constante en la que viven como consecuencia de las medidas poco comprensibles del Procicat y pese a haber demostrado de sobras que la cultura no solo es segura, sino también necesaria. Aunque las noticias de los últimos días parecen ofrecer algo de optimismo, no pueden bajar la guardia. Lo importante no es tanto que puedan abrir las puertas sino que no se las vuelvan a cerrar (eso sí, con todas las medidas necesarias). Si hace unos días aparecía la campaña La cultura em toca ahora nace otra nueva, Sense Cultura, una societat cega i muda, encabezada por la actriz y fotógrafa Júlia Cortina. Se trata de un proyecto fotográfico abierto a todos que puede verse como si fuera una exposición virtual en la página correspondiente de Instagram.

La idea consiste en que gente afectada (artistas, técnicos, personal de sala…) de todos los sectores de las artes en vivo (teatro, danza, circo, magia, docencia, etcétera) se fotografíe con los ojos y la boca tapados ante los espacios culturales afectados y cerrados. Con este gesto pretenden lanzar varios mensajes: que “una sociedad sin cultura se queda ciega y muda, no puede defenderse ni puede opinar, nos obligáis a cerrar pero no nos dejaremos silenciar y hay más cultura que la del miedo”.

Una iniciativa que se extiende por toda Catalunya

La propia impulsora de esta plataforma nos explica los motivos de este proyecto. “Nace de la situación que estamos viviendo actualmente desde el sector cultural, de la impotencia y de las ganas de no dejarnos silenciar, de continuar visibilizando, contando historias de todo el territorio catalán, de lugares y espacios culturales afectados y de la gente que forma parte. De no caer en el olvido o el recuerdo "de lo que pasó". Y de sumar a los hashtags creados desde las manifestaciones de finales de octubre #jotreballoencultura, y al que ya llevamos tiempo defendiendo: #laculturaéssegura. La cultura ha demostrado ser segura, por eso necesitamos explicaciones reales”. Y soluciones, añadiríamos. Cuenta que la respuesta del sector ha sido “maravillosa, la gente tiene ganas y necesita expresarse, dejar su testimonio. El proyecto tomó forma con el apoyo de amigos y compañeros pero ha acabado abandonando los círculos cercanos para llegar a gente de todas partes”.

En tan solo tres semanas de vida, ya se han apuntado compañías como Parking Shakespeare, Projecte Ingenu, Las Feliuettes o los miembros de SUS4 Companyia en sus pueblos y ciudades, escuelas de danza y de teatro de diversas localidades catalanes, actores de musicales como Eloi Gómez (en el Ateneo de su ciudad natal, Sant Celoni), Patricia Paisal o Xavi Duch. El proyecto también contempla otros sectores como los tablaos con la presencia de bailaoras y bailaores del Tablao de Carmen, productoras de espectáculos como La Tribut Produccions, directores artísticos como Victor Alvaro (Almería Teatre), los responsables de pequeñas salas como El Maldà, Àtic 22 o Eòlia y diferentes grupos de teatro amateur como los Lluïsos de Horta, que son tanto o más importantes para fomentar un tejido cultural sano en nuestro país (y que ahora no pueden funcionar). La idea sigue creciendo cada día con nuevos adheridos y ampliándose a todas aquellas personas del mundo cultural afectadas.

Anécdotas emocionantes

Esta campaña también ha tenido sus anécdotas. Júlia Cortina nos las explica: “Unas chicas que participaron, que tienen una escuela de teatro en Sabadell (Song Kune), me explicaron que, gracias al proyecto, muchos padres pudieron entender la situación por la que estaban pasando ellas (y todo el sector cultural), ya que hasta ahora eran solo noticias rápidas que no les afectaban directamente, pero con la publicación de la fotografía y el escrito vieron los efectos reales de todo. Es el hecho de poder enseñar a alguien que "cerrar la cultura" no es solo "que no podrás ir al cine el fin de semana", sino que hay muchas vidas y muchos trabajos que dependen de este cierre. Creo que esta ha sido la principal la razón para sacar adelante esta iniciativa”.

Y sus momentos de emoción: “es muy bonito ver como el proyecto hace que se reencuentren personas que hace muchos meses que solo se pueden ver a través de pantallas. Ver que diferentes bailaoras y bailaores del Tablao de Carmen aprovechan que se reencuentran por el proyecto para volver a subir a lo alto del escenario, aunque sea una hora, y bailar, ensayar un rato... Ver cómo le brillan los ojos a Mimo Agüero (propietaria de esta sala) cuando vuelve a ver a sus bailaores vestidos y sobre el escenario. Núria Prats (directora de la escuela de danza Núria Dansa de Barcelona) nos decía que muchas personas bailan para olvidar sus problemas y afrontar su día a día, mucha gente les necesita, porque la danza es también un servicio esencial a nivel físico y mental, y creo que esto, aplicado a todas las artes en general, es algo que no podemos dejar que se olvide en esta sociedad”. Una propuesta que nos insta a abrir los ojos y decir en voz alta que necesitamos la cultura ahora más que nunca.