más allá del esquí

Grandvalira: cenas tocando las estrellas (Michelin)

Fina Puigdevall (Les Cols), Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas (Disfrutar) y Paco Pérez (Miramar) dan altura a las jornadas gastronómicas del Snow Club Gourmet

El restaurante Wine & Meat Bar by Jean Leon, en Grandvalira.

El restaurante Wine & Meat Bar by Jean Leon, en Grandvalira. / periodico

Ferran Imedio

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En Grandvalira (Andorra) hay un telecabina que te lleva tan arriba que alcanzas las estrellas. Literalmente. Porque estamos hablando de estrellas Michelin. Hasta allí suben chefs de primerísima división para cocinar con motivo de unas jornadas gastronómicas que, nunca mejor dicho, se celebran por todo lo alto. A más de 2.000 metros. No ha habido nunca una cosa parecida en las pistas de esquí de la península ibérica.

En este escenario de altura no se siente vértigo sino cosquilleo, incluso emoción. Normal. Preparan los ágapes cocineros de la talla de Fina Puigdevall (dos estrellas por Les Cols, en Olot), Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas (dos por Disfrutar, en Barcelona) y Paco Pérez (dos por Miramar, en Llançà, dos más por Enoteca, en Barcelona, y una quinta por Cinco, en Berlín). Tampoco faltan talentos emergentes.

L’Arrosseria y Wine & Meat Bar by Jean Leon, los restaurantes más emblemáticos del sector Soldeu El Tarter de Grandvalira, acogen estas jornadas, cuyos precios oscilan entre los 100 y los 150 €. El primero está situado a 2.000 metros de altitud y el segundo, a 2.250, así que las vistas son tan memorables como los platos. La idea es que el comensal, ya que están en lo alto de la montaña, toque el cielo con el paladar. Por eso no solo reclutan a los mejores chefs sino que buscan firmas gastronómicas de renombre como Joselito, Balfegó, La Catedral de Navarra, Espinaler, Caves Torelló, Triticum, Carpier y Coll Verd para que enriquezcan sus platos. 

En telecabina o pisanieves

Estas jornadas, que suelen celebrarse de noche, están abiertas a cualquier público, no solo los socios del Snow Club Gourmet, que tienen preferencia para reservar mesa, o mejor dicho, experiencia. Porque llegar en telecabina o en máquinas pisanieves con la estación cerrada al público, solo abierta para los 40 comensales, tiene algo de aventura.

Debutó, el 18 de enero, David Rustarazo, chef de Nairod, uno de los mejores nuevos restaurantes abiertos en Barcelona en el 2019 según los lectores de 'On Barcelona', y le siguió, el 1 de febrero, Gerson Iglesias (Nado, A Coruña). 

Este sábado, día 15, merece el viaje a Andorra la propuesta de Puigdevall. Homenajeará en L’Arrosseria el liderazgo femenino de madame Clicquot con un menú de nueve pases: caldo volcánico, judías de Santa Pau con bicho confitado y panceta vegetal, lomo y brandada de bacalao, espalda de cordero con leche de oveja y tomillo... Cuesta 150 € (125 €, los socios de Snow Club Gourmet) con champán.

El sábado, 7 de marzo, Disfrutar, el restaurante más bulliniano del planeta, distinguido con dos estrellas y noveno mejor del mundo en el 2019 según la lista 'World’s 50 Best Restaurants', sorprenderá con las esferificaciones -inventadas en El Bulli- que vende Caviaroli.

Puestos de restauración 'premium'

La siguente etapa de este tour gastronómico de altura llegará el sábado, 21 de marzo, a Wine & Meat Bar by Jean Leon, con el chef de Teòric, Oriol Casals, otro joven talento, que con Miquel Gordó, de Cal Tomàs, jugará con las brasas y su carne de vaca ecológica. Cerrará las jornadas otro maestro: Paco Pérez. El sábado, 4 de abril, servirá en L’Arrosseria platos de costa y una 'arrossada' con el arroz carnaroli envejecido de Acquerello. 

En Grandvalira tienen claro que unir esquí con gastronomía es una apuesta ganadora. Por eso, más allá de estas jornadas, en el sector Soldeu El Tarter tienen otros tres restaurantes y decenas de puestos de restauración 'premium', como una terraza que sirve champán, un 'tea lounge', un espacio de comida rápida con pasta italiana de importación y una hamburguesería de carnes 'top' a la brasa. El ejemplo ha cundido y, unos metros más abajo, en el pueblo de Soldeu, el gourmet ya puede notar el salto cualitativo: el restaurante del Hotel Naudi, por ejemplo, se ha alineado con esta apuesta gastronómica y ofrece una carta con una relación calidad-precio de campanillas. ¿Quién dijo esquiar?