de tiendas

Chandal, como una cueva de Alí Babá 'hipsteriana'

Este establecimiento del Born vende artículos muy originales con un toque 'retro', como cámaras Polaroid y coches de madera

Cámaras Polaroid de la tienda Chandal

Cámaras Polaroid de la tienda Chandal / JOAN CORTADELLAS

Laia Zieger

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Entrar en Chandal (Tantarantana, 16) es como meterse en una cueva de Alí Babá 'hispteriana' donde todo es bonito y rabiosamente 'cool'. "Cuando empezamos esta historia, nuestro único propósito era crear una tienda con cosas que nos gustasen, originales y que no veíamos en ningún otro lado", explica Isabel Marín, una de las tres socias de Chandal junto a sus compiches Iván Moreno y Ángeles Ramos. 

La aventura comenzó hace 10 años en el Raval, en una tienda más pequeña. "Entonces teníamos mucha mercancía 'vintage', cuando aún no se llevaba tanto". De ahí el peculiar nombre de Chandal: "Había muchas cosas de los 80, y nos parecía que la palabra 'chándal' evocaba algo tan 'retro' como cutre. Empezó como una coña, y funcionó. De hecho, nuestras primeras tarjetas de visita las imprimimos sobre una tela de esta prenda", recuerda Isabel. 

Hace ya 8 años que se instalaron en el local que ocupan ahora, en una de las zonas más bonitas del Born. Se trata de un espacio amplio, luminoso, de aspecto a medio camino entre el cuarto ropero y el salón de una casa molona. Aquí, cualquier persona "de 0 a 99 años" –como bromea el equipo– encontrará algo que le guste, sean cuales sean sus gustos. O todo. O todo. "Lo que más nos divierte es cuando un mismo cliente empieza a comprar para sus niños, para su tía, para su padre… Realmente tenemos una selección muy amplia, y la gente que busca algo distinto nos tiene fichados". La gama de productos, que procede de todo el mundo, cambia y evoluciona. "A veces hay más complementos y otras, más papelería. Pero no hay temporada porque no seguimos modas", dicen.

El primer precio empieza en un euro, que es lo que cuestan las postales, y lo más caro de Chandal es un cámara Polaroid de modelo más especial, cuyo precio gira alrededor de los 400 euros. En esta franja hay mucha variedad: artículos de papelería de la conocida marca japonesa Penco, mochilas, mantas de diseño, libros y revistas de arte, jarrones de fabricación artesanal, objetos de decoración y del hogar, bisutería, accesorios y complementos de moda, una selección de cámaras de fotos (son los 'hits' de la casa, ya que fueron los primeros en España en recuperar la venta de esta marca, hoy muy de moda) y también una importante sección de juguetes.

Zona de juguetería

"Esta última incorporación es la mejor señal de nuestra evolución. Nuestra selección es muy personal y, por consiguiente, los estocs han ido evolucionando a la vez que nosotros y nuestros intereses. Al tener hijos, veíamos que no encontrábamos juguetes que nos gustasen y respondiesen a nuestra filosofía. Entonces empezamos a buscar y nació la zona de juguetería, que ha ido creciendo", aclara. 

Los artículos para los pequeños siempre cumplen una función creativa y lúdica, todos son de línea natural y su proceso de fabricación responde a criterios de sostenibilidad y respeto de las comunidades donde se elaboran. Por ejemplo, tienen las muñecas Lottie, premiadas por representar a niños reales de todos los orígenes, estilos o particularidades morfológicas.

En los lineales de los juguetes también se encuentran otros de los objetos más vendidos de Chandal: los coches de madera 'retro' de Candylab. "Son juguetes pero también hay muchos adultos que se los compran para colecciones, decoración o simplemente por flechazo", confiesa la dueña. 

 Queda claro que, tengas 0 o 99 años, siempre puedes pescar algo en Chandal.

TEMAS