En estos locales sobrevivirás a la resaca en Barcelona

Te huele el aliento como si tuvieras el cadáver descompuesto de una rata atascado en la garganta. El zumbido de una mosca te castiga cual martillo hidráulico a plena potencia. Tardas varios segundos en recordar cómo se enciende el televisor. Tu estómago vive uno de los peores cataclismos de la historia de la humanidad. Si hubiera una entrega de premios a la mejor resaca, ya estarías en el escenario, dándole las gracias a tus amigos Johnnie Walker y Jägermeister con la estatuilla en la mano. Son momentos delicados, pero no todo está perdido. ¿Te quedan fuerzas para introducir tu pellejo en la ducha y salir a la calle? Si es así, Barcelona te devolverá todo lo que te quitó anoche. Ahí va una lista con lugares a los que acudir para superar el gran resacón y no devolver en el intento. 

1. Costa Pacífico

Devuélveme la vida que me la has 'quitao'

En esta cevichería 100% mexicana (Plaza de Sant Agustí Vell, 13) cogerán tu resaca por el pescuezo y le darán una buena tunda. Los aztecas llevan conviviendo con la cruda de tequila desde hace eones y saben cómo domesticarla. Encontrarás la vitamina B12 que necesitas para seguir viviendo en los ceviches o los tacos de pescado. Y resucitarás del todo gracias al Vuelve a la Vida, uno de los reconstituyentes más poderosos que existen, con langostinos, ostra, pulpo, tomate y una salsa de cóctel exclusiva que haría bailar break dance al cadáver de Jim Morrison. No te olvides de culminar la cura con una michelada de la casa: el Ibuprofeno es una broma de mal gusto a su lado. 

2. Bar Sauvage

Rojo profundo 

Te has levantado por la tarde y no recuerdas nada de lo que ocurrió ayer, solo fogonazos: un tipo disfrazado de conejo, una tuna, el tiburón se la llevó, el tiburón, el tiburón, el tiburón… La coctelería-club Bar Sauvage (Paseo del Born, 13) tiene un corazón que no le cabe en el pecho y, desde tiempos inmemoriales, sirve un preparado para víctimas de la resaca que es un maldito milagro. Se llama La Legendaria y lleva tomate, sal de chipotle, lima, cerveza y un mix top secret de la casa. Dice la leyenda que incluso puedes pedirte una botella y llevártela a casa, porque ya se sabe: la línea que separa el "ya no bebo más" de la resaca del siglo es más fina que la antena de un ácaro.

3. Colectivo / Notariat Federal Café

Dame la vitamina 

Colectivo (Pintor Fortuny, 22) abre todo el día, tiene una colección de cervezas belgas que quita el hipo, sirve comidas y cenas para vegetarianos con mucho paladar y, lo que te interesa: factura uno de los desayunos más sanos del Raval. Atención a sus zumos naturales de frutas y verduras prensados en frío: en ellos encontrarás toda la vitamina C que te dejaste en la pista de Pachá. A sus brebajes desintoxicantes le puedes sumar una colección de tés de altísima calidad (cortesía de Caj Chai) y unos huevos pochados con pan y vegetales por los que merece la pena dejar de llorar en la ducha y pisar el asfalto. En Federal Café (Pasaje de la Pau, 11) también encontrarás un salvavidas en forma de huevos revueltos y zumos cósmicos con más vitaminas que el botiquín de un culturista. 

4. Trópico

Échale huevos

Ningún médico te dirá que te atiborres de grasas de buena mañana, pero lo último que necesitas ahora es la reprimenda de un matasanos. En Trópico (Marquès de Barberà, 24), en cambio, sabrán darte lo que buscas. Este luminoso espacio del Raval se ha especializado en brunchs de influencia latina y caribeña, y tiene una armada de recetas que te sacarán del pozo. Zumos exóticos y rebosantes de vitamina C. Patacones de maíz con salsa hogao, queso costeño y guacamole para entrar en calor. Y después, el remedio estrella de la casa, los huevos rancheros: huevos fritos sobre una deliciosa tortilla con chipotle, aguacate y Dios sabe qué más ingredientes; la tromba de cisteína que necesitas  para combatir los efectos del alcohol y volver a ser persona. 

5. Xoco Xavi / Cacao Sampaka

Como agua para chocolate 

Si los científicos de la Universidad Complutense de Madrid dicen que el chocolate negro puede reducir la neuroinflamación y los efectos tóxicos de una melopea, ¿quiénes somos nosotros, simples mortales, para contradecirles? Xoco Xavi (Wellington, 100-104) es uno de los laboratorios más recomendables. Tratan el chocolate a la taza como si fuera cristal de Bohemia, lo miman, lo manipulan a la temperatura adecuada, y todo para que ese sorbo pornográfico te sepa mejor que la ambrosía que Zeus se metía entre pecho y espalda. Chocolate picante, con naranja, con nueces, con pistachos, incluso para celiacos.

Si prefieres llevarte la tableta a casa, siempre puedes acudir a Cacao Sampaka (Consell de Cent, 292) y meter el hocico en su catálogo de azulejos mágicos, procedentes de todo el globo. Sus exquisitas tabletas –picantes, con mora, frambuesa o sal ibicenca, por poner algunos ejemplos– te masajearán el cerebro hasta devolverle su tamaño original.

6. Michigan / Mantequerías Pirenaicas

Amarilla es 

Se sabe que los huevos contribuyen a paliar los estragos de las resacas más perrunas, merced a una inestimable carga de cisteína que favorece la digestión del alcohol y le echa una mano a tu hígado. Repite conmigo: tor-ti-lla. Y añade: pa-ta-ta. El bar Michigan (Travessera de Gràcia, 22) está en el corazón de los devoradores más doctos de tortilla de patatas (Manuel Vázquez Montalbán era cliente). A pesar del cambio de regencia y la reforma del local, sus triángulos amarillos siguen siendo fantasía popular. Por otra parte, en Mantequerías Pirenaicas (Muntaner, 460) extraen de su chistera una tortilla de patatas antológica, babosa en sus adentros, sabrosísima, orgásmica, de las mejores de Barcelona.

7. El Flako

Despierta el tigre que hay en ti

Confirmado por expertos, nada como una buen tazón de leche con cereales para bajarle los humitos a esa resaca peleona. El calcio, las vitaminas y la cisteína de la leche, en combinación con unos cereales de calidad que te aportan carbohidratos y minerales, pueden suavizar tu calvario. En El Flako (Canvis Nous, 8 / General Álvarez de Castro, 5) un bar especializado en cereales de todo el mundo, encontrarás una colección apabullante de marcas que podrás remojar en bols rebosantes de leche, infinitos tipos de leche. Fantasía de la buena que podrás culminar con toppings y guarradas varias, para empezar el día con alegría. Puedes fabricar el artefacto a tu gusto, pero por si acaso  el garrafón te impide  sumar dos más dos, en El Flako te propondrán deliciosas combinaciones de la casa. Si ves a la rana de los Smacks en la cola del Inem, dale un abrazo.     

8. Majide / Kak Koy / Yakumanka / Tunateca Balfegó / Topik

Es posible que el cerebro te pida un sándwich de pollo frito o un plato de pasta que tumbaría a Pavarotti, pero el cuerpo necesita alimentos más sutiles para darle un sopapo a la resaca. El atún tiene una enzima vasodilatadora que te ayudará a eliminar toxinas y capear el temporal. Puedes ingerirlo en formato sushi en Majide (Tallers, 48), posiblemente el mejor japonés del Raval. Puedes devorar una buena parpatana en Kak Koy (Ripoll, 16). Puedes disfrutarlo como ceviche en Yakumanka (València, 207). Y si te pone la variedad, te lo puedes zampar de mil y una formas en Tunateca Balfegó (Diagonal, 439) o Topik (València, 199), templos atuneros donde los haya. Buena pesca.

9. Mucho / Pizza d'Autore

Pizza intravenosa

Cuando padezco una resaca catedralicia, mi cerebro visualiza una pizza con la desesperación del náufrago que fantasea con un salvavidas. Si eres de pico fino, en Sant Gervasi encontrarás la pizzería Mucho (Marià Cubí, 201), en cuyos bastidores encontramos a Jordi Vilà, chef de Alkimia, y al exquisito panadero Xevi Ramon. Masas trabajadas, finas, crujientes y de fermentación larga para una digestión amable. Y combinaciones atrevidas, para que no te aburras. Si la sutileza no es tu fuerte y el cuerpo te pide marcha, en Pizza d’Autore (Tamarit, 142) encontrarás deliciosas pizzas romanas al corte, es decir, tú decides el tamaño del cacho que vas a engullir. Imposible quedarse corto y no vibrar con sus masas esponjosas, con 24 horas de fermentación y productos italianos de primera. Y recuerda, cuanto más grande sea el pedazo elegido, más babas dejarás en el sofá durante la siesta. 

10. Flotarium

No molestar

¿Cuántas veces habrás deseado aislarte del mundo en plena resaca? Fuera ruidos, fuera luces, fuera gente, fuera TODO. Pues en Flotarium (Plaza de Narcís Oller, 3) encontrarás lo que necesitas. En este centro antiestrés disponen de unas cabinas aislantes en las que te sentirás como si vagaras en solitario por el vacío cósmico. Gracias a un agua salada a base de sulfato de magnesio, muchísimo más densa que el agua de mar, flotarás como si estuvieras en una fantasía de gravedad cero, totalmente solo, sin un solo elemento que pueda perturbar tus sentidos. No te curará la resaca, pero evitará que las agresiones de tu entorno la conviertan en La matanza de Texas: en Flotarium nadie oirá tus gritos, pero tú tampoco oirás el reggaetón de tu vecino. 

11. Jardí del Silenci

¿Por qué no te callas?

Un jardín inesperado e incrustado en una masa urbana de hormigón y pladur, en pleno barrio de Gràcia. Un islote de vegetación donde antes había un convento. Un reducto de felicidad que ha sobrevivido a la amenaza inmobiliaria gracias a los vecinos, quienes se encargan de gestionarlo y organizar actividades en su interior, como sesiones de yoga o talleres. Una pompa de silencio en una de la junglas más estrepitosas de Barcelona. El Jardí del Silenci de Gràcia (Encarnació, 62-64) es exactamente lo que pide tu intoxicado cuerpo: calma chicha, verdor, oxígeno, buen rollo…