LA FLORISTERÍA MÁS ANTIGUA DE BCN

Díselo con calabazas

Cada otoño, Flors Farrés llena sus estanterías con este vistoso fruto sin esperar a que llegue Halloween

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Núria Martorell

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Díselo con flores (aunque suene tópico). O mejor aún, ¡con calabazas! En Flors Farrés tienes las dos opciones. El dueño, Joan Carles Farrés, se encarga, cada otoño, de alegrar sus estanterías (las de dentro y las que coloca en la acera de la calle de Roger de Llúria, 80) con estas vistosas hortalizas sin esperar a que llegue Halloween.

Eso sí, cuando se acerca el 31 de octubre, la fiesta en cuestión -¿por qué será que adoptamos tantas celebraciones importadas?-, el surtido crece.

La demanda manda e incorpora las decorativas-habituales que encontrarás en otros establecimientos. Pero estas no son las que a Joan Carles le gustan. «Tampoco las típicas comestibles que puedes adquirir en el mercado», aclara.

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En Flors Farrés hay calabazas naranjas, sí, pero también verdes, rojizas, amarillas, blancas. Rugosas y con erupciones o lisas y brillantes. De formas variopintas y pesos variados. «Las de más de tres kilos acostumbran a ser ejemplares únicos y pueden costar 16 euros, pero las pequeñas, en cambio, cuestan unos 80 céntimos», aclara Joan Carles. Muchas provienen de Holanda. «Pero también de Catalunya». La pasión calabacera de Farrés tiene un punto más romántico que comercial.

DESDE 1929

«¡Me gusta tanto esta estación! Los colores del otoño son mis preferidos», explica tras el mostrador. Por sus venas debe correr clorofila. «Soy la tercera generación de mi familia en Flors Farrés». En la tarjeta de visita lo pone claro: «Desde 1929».

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«Mis abuelos vinieron a Barcelona por la Exposición Universal. Ya tenían fincas de flores en su pueblo, Carme, de la comarca de la Anoia, cerca de Capellades», relata. Total, que su floristería es, ni más ni menos, «la más antigua de Barcelona, si no se cuentan las paradas de La Rambla».

FINCA MODERNISTA

Más reclamos: está en una imponente finca modernista (y en su tienda no faltan elementos que lo certifican). Y a pocos metros, en la misma acera de Roger de Llúria, está la entrada al espectacular claustro gótico de la basílica de la Puríssima Concepció.

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También cerca, en la calle de València, está Flores Navarro. Otro concepto de tienda (macro, en este caso), y con horario ininterrumpido. Este tramo del Eixample es el paraíso de los amantes de las plantas que deben conformarse con una vida de urbanita.

Nos acostamos con Halloween (¿truco o trato?) y nos despertamos en Tots Sants (las dos son festividades de origen celta). El 1 de noviembre la tradición manda ir al cementerio y adornar las tumbas con flores.

Los crisantemos son las más solicitadas y tiene su explicación: florecen de octubre a diciembre, coincidiendo con dicha fecha. Este tiempo corto de floración simboliza lo efímero de la vida. En definitiva, ¿qué tal si nos regalamos flores y calabazas (¡a quién no le han dado calabazas alguna vez!) con santa alegría todos los días?

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