editorial

Abstención electoral en Catalunya

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El electorado catalán no se ha caracterizado nunca por una alta participación en las urnas, con una media siempre por debajo del conjunto español. En el 2000, el año de la mayoría absoluta de Aznar, la participación en las elecciones legislativas cayó al 64% en Catalunya. En el 2004, en los comicios que trajeron la victoria de Zapatero, el voto subió excepcionalmente hasta el 76%. Según se deduce del Barómetro de Gesop para este diario que publicamos hoy, la abstención puede batir marcas entre el electorado catalán, con una participación de tan solo el 60% en las elecciones legislativas del 9 de marzo. Malas noticias para la izquierda, los mejores resultados de la cual, al menos en las elecciones legislativas, son directamente proporcionales al número de votantes

Como era de esperar, caben pocas dudas de que esta baja participación vaticinada por el sondeo es reflejo del malestar en la sociedad catalana, que se manifiesta en la mala valoración que los ciudadanos hacen de la política y los políticos y en el debate siempre vivo por las relaciones con España, todo ello avivado por la crisis de las infraestructuras. Es decir, la suma del catalánemprenyaty el catalándesafecto. También debe tenerse en cuenta para entender esta desmovilización que la participación excepcionalmentealtadel 2004 se debió en buena parte a los atentados del 11-M y al malestar por la guerra en Irak, elchapapotey la huelga general, unas circunstancias que no se repiten cualquier día.

A pesar de ello, el mapa político que vaticina el sondeo tiende, hoy por hoy, a la estabilidad, con un partido socialista por delante, que podría conservar incluso sus 21 escaños del 2004. La misma estabilidad manifiesta CiU: en torno a 10 u 11 escaños. Iniciativa y, sobre todo, Esquerra sí padecen una tendencia a la baja. Y como en todo sistema de vasos comunicantes, alguien sube, y es el PP, cuyo electorado registra un alto índice de fidelidad y que salió de los comicios del 2004 excepcionalmente castigado por el electorado. Además, en un contexto de baja participación, el voto fiel, como es el caso, aumenta de valor.

De consolidarse estas tendencias, los aliados de izquierda del PSOE saldrán debilitados, y se perfilará con mayor claridad un entendimiento de Zapatero --eventual ganador sin mayoría absoluta-- con CiU. Otra de las conclusiones significativas de este sondeo es que el electorado de CiU no aceptará un pacto con Rajoy.