pericoscopio // Manel Lucas

PUEDE SER UNA ANÉCDOTA SIN IMPORTANCIA

Manel Lucas
Periodista

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Abro el cajón de las frases olvidadas y desempolvo una que tenía arrinconada muy al fondo. Ahí va: hemos perdido. Ya está dicho.

Al terminar el partido de ayer, me sentí algo triste, como un niño que ha estado jugando durante un buen rato a lanzar una pelota hacia arriba intentando que no llegue al suelo, y al final, por un momento de descuido, ha perdido el ritmo. La pelota está en tierra, y el niño la mira desconsolado.

Si usted es el padre del niño, ¿qué le dirá? Pues que tranquilo. Que recupere la pelota del suelo y vuelva a empezar, porque si antes le ha ido tan bien, lo más seguro es que, sin despistes, pueda volver a tener éxito.

Pues ahí estamos. Se trata de volver a la carga, con la seguridad de que tanto éxito seguido no es casual, y que la derrota, en cambio, sí que puede ser una anécdota.

Y todo eso teniendo en cuenta que el objetivo no es entrar en el Guinness, sino sumar los puntos máximos. Es decir, ganar tantos partidos como sea posible. Tanto da cómo estén distribuidos en el calendario. Prefiero lo de ayer, si se confirma que es solo un mal momento, que aguantar dos o tres jornadas más sin perder, pulverizar los topes históricos y que después llegue una pájara más profunda y duradera.

Sin olvidar que mantenerse imbatido hace una ilusión de morirse, pero que una derrota y una victoria son tres puntos, y en cambio un par de empates solo dos. Por tanto, conviene no dramatizar, no mitificar las cifras ni las estadísticas, y darnos cuenta de que aún seguimos arriba.

Es más, viendo el partido, está claro que las causas de la derrota son perfectamente solventables. Se soluciona jugando sin pijama. Dormirse en plena actividad suele ser siempre peligroso, sea uno chófer, vigilante de párking, cirujano o futbolista. Y ayer, el despertador no sonó para la mayoría de jugadores.

Tamudo celebrará los 301

Sabe mal porTamudo,que no pudo disfrutar de su partido 300 en la Liga. Pero vaya, si el 301 le sale bien, nos olvidaremos de este y le felicitaremos con la misma efusividad por convertirse en el periquito con más encuentros disputados.

Y también es lástima por los chavales del Español de El Alquián, un equipo de Almería que juega de blanquiazul y tiene varios socios pericos entre sus filas. Para una vez que vamos allí...