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'Germanes': Mouawad 'reloaded'

Una habitación de hotel se transforma en metáfora de la guerra y todos sus traumas

'Germanes', de Wajdi Mouawad

'Germanes', de Wajdi Mouawad / periodico

Aída Pallarès

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La búsqueda de la identidad, la importancia de los orígenes, la guerra que te parte en dos, que te deja hecho añicos. Son algunos de los temas de las obras de Wajdi Mouawad, autor de la archiconocida 'Incendis'. Esa obra que revolucionó la ciudad condal hace ya unos cuantos años y que nos recordó que «la infancia es un cuchillo clavado en la garganta». Un drama salvaje que encumbró a su autor como el rey de la tragedia. El heredero moderno, o eso dicen, de Sófocles y Shakespeare. 

Después de la tetralogía de 'La sangre de las promesas' -de la que forman parte 'Incendios' y 'Cielos por ejemplo'-, este chaval libanés exiliado en Francia y Canadá escribió 'Domestique', una serie aún más personal compuesta por 'Soeurs', 'Frères' y 'Père et Mère'. 'Soeurs', la pieza que nos ocupa y que aquí nos llega traducida como 'Germanes', es un texto inspirado en las vivencias de Nayla Mouawad, la hermana del dramaturgo. El montaje explica la historia de una mujer experta en mediación de conflictos que, por culpa de una tormenta de nieve, se ve obligada a hacer noche en un moderno hotel de Ottawa donde todo se activa con la voz, en inglés y francés. Todo cambia cuando se da cuenta de que el despertador no se enciende en francés y, por lo tanto, no puede despertarse en su propia lengua. 

Un giro de guion que ejemplifica la lucha del mundo francófono ante el dominio del inglés en Canadá, la batalla de la cultura minoritaria ante un mundo controlado por el inglés. «Preste atención a la humillación. Anula el lenguaje y conduce al humillado al mutismo», recuerdan, durante un momento de la obra.

A diferencia del 'Soeurs' dirigido por el propio Mouawad, y que jugaba con el vídeo y la escenografía al estilo Robert Lepage -otro referente del libanés-, Roberto Romei apuesta por el minimalismo. Sugerir para imaginar, para ver lo que está pasando, dónde está pasando. De hecho, no necesitamos más que un foco bien utilizado para ver el retrovisor de un coche, por ejemplo. 

Escondidas debajo de la cama

Otro cambio: Un segundo personaje principal, que sobrevive como perito de una empresa de seguros y tiene que evaluar los daños en la habitación. Las dos mujeres, las dos hermanas, se encuentran en esta moderna habitación de hotel transformada en la metáfora de la guerra y se esconden debajo de la cama. Hallan su refugio, se reconocen y reivindican su dolor, su propia historia. La patria de los que no tienen patria.

Roberto Romei ha optado, muy acertadamente, por la contención y la sobriedad. Una decisión que, probablemente, dota de más verosimilitud al texto de Mouawad. Le resta, eso sí, agilidad y un poco de espectáculo. Un ritmo que, seguramente, irá cogiendo a medida que avancen las funciones. Aún así, el verdadero pilar de estas 'Germanes' son, precisamente, ellas. Lluïsa Castell y Mónica López emocionan y sacuden al espectador que, afligido en su butaca, contempla la tragedia de estas hermanas. Su intimidad, su horror, su vida.