TEATRO

'20 anys no són na': el niño que soñaba con un micro

Joan Vázquez festeja sus 20 años en el teatro musical con un pase íntimo en el Barts Club donde recorre su trayectoria personal y artística

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José Carlos Sorribes

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Dos décadas en los escenarios es tiempo suficiente para darse un pequeño homenaje y compartirlo en la intimidad. Es lo que está haciendo Joan Vázquez en estos cuatro lunes de noviembre en los que se acerca a un par de metros del público con un pequeño (gran)’show’ -con cameos de varios invitados- en el que recuerda los pasos dados en esos 20 años. El niño que quería, que soñaba, con un micrófono se ha convertido en una estrella del teatro musical. Y ha desplegado su arte incluso en cunas del género como el West End de Londres o en el propio Broadway, acompañado con las canciones de su admirado Sondheim. A pequeña escala, en cabarets, pero ahí tiene esas muescas en un currículo que abarca por igual sus variadas incursiones en el género y su condición de profesor de jóvenes aspirantes.

Todo empezó un 4 de noviembre de 1999 interpretando ‘Rent’ en el Teatre Principal de la Rambla. El joven que quería hacer 'Grease' pero no en el papel de Danny Zuko, sino en quien quería enamorarlo, dio un gran salto cuando aún no había alcanzado la mayoría de edad. A partir de ahí, inició una carrera que le ha llevado a actuar en numerosos musicales (aparte de ‘Rent’, ‘Hair’, ‘Mamma Mia!’, ‘Merrily we roll along’, ‘My fair lady’...) y a firmar hitos más personales como ‘Paquito forever’ o ‘Ciutat de gespa’. De todo ese recorrido deja huella en el Barts Club acompañado por el piano de Gerard Alonso, también arreglista de las canciones, y por el saxo de Jofre Alamany en algunas piezas.

Discípula aventajada

Discípula aventajadaAunque parezca que estamos hablando de un concierto, que podría serlo, ‘20 anys no són na’ va un poco más allá. Porque Vázquez da muestras, aparte de su capacidad vocal, de su instinto para la 'stand-up comedy' con aguijonazos -algunos quizá excesivamente ácidos o burlescos- que aderezan el desfilar de canciones e invitados. Donde más brilla la parte no estrictamente musical es en el juego con Laura G. Ballbé como una discípula aventajada. Ella da siempre el tono y canta de manera soberbia, sobre todo en el dúo de ‘Sooner o later’, sentada en el piano que toca quien fue su profesor.

Es ese uno de los muchos momentos que impactan en el ‘show’. El día del estreno, por ejemplo, su mano a mano con Marta Ribera -estrella consagrada del musical- en ‘The next 10 minutes’ puso la piel de gallina. También hubo sitio para el ‘momento Abba’ en el que tuvo la compañía de una vieja y gran cómplice como Mariona Castillo. Ambos, acompañados de la propia Laura G. Ballbé, se sueltan el pelo en una versión de ‘Super trouper’. Petardeo del bueno. Bravo.