arte

Juan Niubó, el afecto puesto en relieve

El espacio de talleres NauArt, en el Poblenou, presenta en su sala de exposiciones la obra de uno de sus artistas, un arquitecto entregado a las formas geométricas

Juan Niubó

Juan Niubó / periodico

Sonia Gutiérrez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La obra de Juan Niubó es una oda al amor, a los afectos en todas sus expresiones. Este artista barcelonés, que se crio en Venezuela y volvió a Catalunya con 32 años, considera que en nuestro mundo frenético olvidamos con demasiada frecuencia verbalizar nuestros sentimientos. No basta con dar por sentado que los demás sepan, o intuyan, que los queremos. Hay que decírselo, defiende Niubó. Falta amor. O mejor dicho, falta expresar el amor. Sus sobrerrelieves giran en torno a esta idea y, así, plasma en ellos los diferentes estados del amor (la plenitud de él, o por el contrario la ausencia o la espera...).

El artista afirma que "el lenguaje del afecto" está presente en sus "islas", que es como a él le gusta llamar a sus obras, al considerarlas elementos topográficos aislados "en un mar blanco" (es decir, la pared). Niubó tiene su taller en NauArt, espacio de creación del Poblenou en el que trabajan varios artistas y que hasta el 26 de septiembre expone su obra en la muestra 'Relieves cromáticos'.

Geometría y monocromía

Las piezas de Niubó se caracterizan por la geometría y la monocromía. Opina que su gusto por las formas moduladas responden a su formación y profesión de arquitecto. En cuanto a la paleta, huye de los contrastes y tiende a la uniformidad, con preferencia por el azul. De este color son muchas de las obras expuestas en la sala, incluida la preferida del autor, 'Flotando entre azules', que representa a tres figuras dándose la mano. Pero también hay sobrerrelieves en un rojo intenso, en amarillos, verdes, o en los más tenues ocres, blancos y grises.

Trabaja sobre madera, a la que va añadiendo planos de cartón pluma con los que forma los relieves. Algunas de sus obras son simples sucesiones de formas geométricas; en otras, en cambio, incluye figuras humanas, que en un primer momento pueden pasar desapercibidas, pero que, una vez saltan a la vista, transmiten un mensaje. Un abrazo, un beso, un cuerpo estirado entregándose al sueño...

Algunas figuras muestran el sexo explícito, en otras, en cambio, no es fácil identificar si son hombres o mujeres, una ambigüedad buscada por el autor. Porque los sentimientos son universales y todos buscamos, de un modo u otro, el amor. 

TEMAS