CINE

'Anabelle vuelve a casa' y otras seis películas de muñecos diabólicos

Con ocasión del estreno de la nueva obra terrorífica de Gary Dauberman, repasamos otros filmes protagonizados por monigotes psicópatas

Anabelle vuelve a casa

Anabelle vuelve a casa / periodico

Nando Salvà

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Quizá tenga que ver con sus ojos, que nunca pestañean, o con su sonrisa petrificada; o, tal vez, con la posibilidad de que se muevan y hasta hablen cuando no los vemos. Sea como sea, a menudo los muñecos inspiran más terror que ternura. Sirva de muestra Annabelle, que debutó en la pantalla grande con una breve pero inolvidable aparición en Expediente Warren (2013) y después, tras convertirse en protagonista de su propia saga -cuya tercera entrega, Annabelle vuelve a casa, llega hoy a la cartelera-, se ha erigido en verdadero icono del cine de terror moderno.

Se trata de una pepona realmente espeluznante, tanto por su aspecto -su rostro no es pálido y delicado sino que está lleno de arrugas y grietas, y tiene una mirada demente- como por lo implacable e indiscriminado que es su impulso criminal. Por supuesto, ha tenido de quien tomar ejemplo. Las películas de muñecos asesinos son tantas y tan variadas que es casi un milagro que a estas alturas Toys R Us no hay tenido que echar el cierre. Repasamos algunas de ellas.

1. Magic (1978)

Un ventrílocuo mentalmente inestable forma una oscura relación con su muñeco, que parece tener unos impulsos asesinos propios. Anthony Hopkins tenía tanto miedo de su inerte compañero de reparto que una noche, tras llevárselo a casa para ensayar, llamó a alguien del equipo para que fuera a recogerlo.


2. Dolls (1987)

Un grupo de desconocidos recalan en una mansión en la que un afable matrimonio de fabricantes de juguetes vive rodeado de muñecos. Pronto descubrirán que esas figuras son seres humanos a los que la pareja ha miniaturizado como parte de su maléfico plan: acabar con todos los adultos que no sepan ver el mundo con ojos de niño.


3. Trilogía del terror (1975)

En el tercer episodio de esta antología, una mujer compra una figura de un guerrero Zuñi para su novio, y al llegar a casa el pedazo de madera cobra vida y empieza a perseguirla con la maníaca energía de un conejo de Duracell empapado de ácido. Que el acosador apenas le llegue a las rodillas a la víctima solo contribuye a que dé más miedo.


4. Muñeco diabólico (1988)

Considerada como la Ciudadano Kane de las películas de muñecos criminales, logra un equilibrio perfecto entre lo aterrador y lo ridículo. Una madre compra a su hijo un ejemplar de Chucky, el humanoide que promete ser tu amigo «hasta el final». El juguete resulta estar poseído por un asesino en serie.


5. Poltergeist (1982)

Mientras retrataba a una familia atacada en su casa por espíritus, el clásico de Tobe Hooper utilizó su escena más memorable para recordarnos que solo hay una cosa más inquietante que un muñeco: un muñeco con aspecto de payaso, especialmente uno con la mala costumbre de esconderse debajo de la cama e intentar estrangular a su dueño.


6. Puppet master (1989)

Un coleccionista de marionetas usa un hechizo egipcio para dar vida a sus juguetes antes de suicidarse para escapar de los nazis, y años después los títeres asesinos la toman con unos científicos incautos. Cada uno tiene su modus operandi: uno vomita sanguijuelas y otro usa un taladro para hacer bricolaje sobre sus víctimas. 

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