cine

'El creyente': gloria a nuestro Dios interior

La nueva película del francés Cédric Kahn es menos un elogio de la religión que una celebración de la fraternidad y la fe en uno mismo

el-creyente

el-creyente / periodico

Nando Salvà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Thomas es un drogadicto. Eso es todo lo que sabemos de él cuando lo vemos llegar a una comunidad en las montañas francesas en la que jóvenes de diferentes entornos sociales tratan de vencer sus adicciones. De los residentes se espera no solo que trabajen la tierra sino también que se entreguen a prácticas cristianas como el canto y oración. El tabaco y otras sustancias, por supuesto, están prohibidos. El centro, asimismo, sigue una regla estricta: nadie, en ningún momento, puede estar solo.

Al principio, Thomas se muestra furiosamente inadaptable a la armonía ritualizada y algo opresiva de la vida comunitaria. Sin embargo, poco a poco se irá abriendo al entorno, mientras se enamora de una chica del pueblo. Y tras experimentar lo que a su juicio solo puede considerarse un milagro -tras sufrir una terrible caída, su rodilla se cura inexplicablemente-, incluso se plantea consagrar su vida a la religión.

Pero, ¿qué se esconde tras esa nueva vocación? ¿No será que Thomas ha sustituido una dependencia por otra? En cualquier caso, incluso después de haber abrazado la fe, está claro que el joven es incapaz de localizar el lugar en su interior de donde emana la insatisfacción que tan vacío le hace sentirse.

Mientras contempla al chaval, 'El creyente' deja en evidencia la influencia del cine de Robert Bresson no solo en el modo que el director Cédric Kahn tiene de usar los primeros planos para revelar las emociones contradictorias y las luchas internas de sus personajes, sino también, sobre todo, en el tema central mismo de la película -la búsqueda de la trascendencia a través de la fe- y sus reflexiones sobre la mutabilidad del alma humana y sobre cómo las decisiones que tomamos pueden bien hundirnos o bien elevarnos.

La importancia de la fraternidad

En todo momento, en cualquier caso, Kahn se esfuerza por mantener el relato alejado del típico sermón religioso. Más que de creencias cristianas, de hecho, 'El creyente' habla de la importancia de la fraternidad, y deja claro que la tabla de salvación de su protagonista no es la plegaria sino los intensos vínculos que establece con sus compañeros de penurias.

Es una película agnóstica en su modo de contemplar los asuntos espirituales y absolutamente devota en su celebración de la compasión humana; una obra basada en una empatía que nunca degenera en proselitismo, y en la convicción de que, para encontrar socorro, no hay que mirar hacia arriba sino en nuestro propio interior.

TEMAS