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'Donbass', visita guiada por el infierno

En su nueva película, el ucraniano Sergei Loznitsa vuelve a ofrecer un retrato descarnado de las corruptas políticas de la Rusia actual

Donbass

Donbass / periodico

Nando Salvà

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'Donbass', la nueva ficción de Sergei Loznitsa puede fácilmente ser considerada como la última entrega de una trilogía oficiosa en tanto que, como ya hizo en 'My joy' (2010) y 'A gentle creature' (2017), en ella adopta un tono alegórico para llevar a cabo una crítica feroz contra las políticas de la Rusia contemporánea.

En esta ocasión, sin embargo, en lugar de situar la acción en algún lugar indeterminado de aquel país, lo hace en la región del este de Ucrania que da a la película su título, un territorio sumido en un cruento enfrentamiento bélico desde el 2014, después de que los separatistas prorrusos lo ocuparan y proclamaran la República Popular de Donetsk

El cambio de escenario quizá sirva para explicar que, incluso teniendo en cuenta los estándares del cine de Loznitsa -de quien conviene recordar que es ucraniano-, 'Donbass' sea una película excepcionalmente pesimista, y absurda, y grotesca. Salvaje.

El mundo que en ella se retrata es, decíamos, muy similar al de los citados largometrajes previos: una sociedad sumida en la paranoia, la violencia, la corrupción y la burocracia. Y, para contemplarla, el director convierte la narración en una sucesión de viñetas interconectadas entre sí por una cámara que se mueve como un testigo pasivo.

Los personajes vienen y van, raramente ocupando el foco durante más de unos pocos minutos y casi nunca identificados con un nombre. Vemos a una mujer que, tras ser acusada de aceptar sobornos, ataca al directivo de un periódico con un cubo lleno de heces; a un grupo de actores que se preparan para rodar una noticia falsa sobre un acto de terrorismo ucraniano; a varios milicianos que asaltan un autobús y saquean a los viajeros aduciendo la necesidad de contribuir a los esfuerzos de la guerra; y a un periodista alemán a quien los soldados rusos humillan por el pasado nazi de su país. 

Ira, desesperación, demencia

Y, en la que sin duda es la escena más sobrecogedora de la película, dos oficiales atan a un desertor a un poste en medio de la calle para que los transeúntes puedan abusar de él. Alrededor del hombre se forma rápidamente una turba que le grita, le escupe y le golpea con crueldad extrema durante lo que parece una eternidad.

Mientras somos testigos de esa colección de incidentes menores, resulta tentador dar por hecho que la principal intención de Loznitsa con 'Donbass' fue tratar de comprobar cuánta cantidad de ira, de desesperación y de demencia era capaz de acumular en el interior de cada escena y de cada plano. De ser ese el caso, probablemente haya superado sus propias expectativas. 

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