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'¿Podrás perdonarme algún día?': La mentira hecha arte

La película recrea la vida de Lee Israel, biógrafa que falsificaba cartas de escritores célebres. Recordamos a otros impostores de película

'¿Podrás perdonarme algún día?': La mentira hecha arte

'¿Podrás perdonarme algún día?': La mentira hecha arte / periodico

Nando Salvà

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Durante sus primeros años en el mundo literario, Lee Israel se había ganado bien la vida gracias a sus textos centrados en figuras femeninas como Tallulah Bankhead y Estée Lauder, pero en 1991 las puertas del mercado editorial se le habían cerrado tanto a causa de su falta de olfato comercial como por sus conocidos problemas con el alcohol y su conducta antisocial. Estaba desesperada. No tenía dinero ni para alimentar a su gato.

Una noche de aquel año, mientras esperaba frente a su máquina de escribir un golpe de inspiración, descubrió la facilidad con la que podía falsificar cartas firmadas por Dorothy Parker, Noel Coward y otros escritores célebres. Y poco después comprobó que también podía venderlas por cientos de dólares cada una. De eso y de lo que sucedió después habla ahora el 'biopic' '¿Podrás perdonarme algún día?', en el que la cómica Melissa McCarthy ofrece la interpretación que podría proporcionarle su primer Oscar.

Israel se lanzó a su actividad fraudulenta con el mismo tipo de atención al detalle que antes había dedicado a sus biografías. Se leyó todos los libros publicados por y sobre las personalidades a quienes estaba suplantando, e investigó sus hábitos e idiosincrasias en el uso del lenguaje. Compró una colección de máquinas de escribir para ser capaz de reproducir cualquier tipografía, y se hizo experta en el calco de firmas.

Llegó a vender más de 400 misivas falsificadas. Inevitablemente, algunos de sus clientes empezaron a sospechar de la procedencia del material, y eso obligó a Israel a cambiar de método. Con el pretexto de estar preparando un libro sobre autores alcohólicos, obtuvo acceso a archivos y bibliotecas de manuscritos raros; allí robó cartas auténticas de escritores como William FaulknerKurt Weill y Eugene O’Neill, sustituyendo luego los originales con sus propias imitaciones. Era solo cuestión de tiempo que el FBI la descubriera.

¿Qué razones, más allá de la comida para gatos, llevaron a Israel a hacer lo que hizo? La explicación que su personaje ofrece en '¿Podrás perdonarme algún día?', que suplantar identidades ajenas la protegía del escrutinio público y de las críticas, no resulta convincente: cuando en el 2008 escribió el libro de memorias que inspira la película y se hizo famosa, el escrutinio no pareció molestarla. Sus motivos, en todo caso, quizá no sean muy distintos de los de tantas otras figuras que, a lo largo de la historia de las letras y la del arte en general, se han visto envueltas en casos de impostura en su camino hacia la notoriedad

1. La gran estafa (2006)

Richard Gere da vida a Clifford Irving, que en los 70 engañó a los propietarios de una importante editorial haciéndoles creer que tenía permiso del magnate Howard Hughes para publicar su autobiografía. El libro resultó ser tan convincente que, cuando Hughes denunció la mentira, muchos creyeron que el mentiroso era él. El escándalo llegó a salpicar incluso a la Casa Blanca


2. Fraude (1973)

Magnífico documental de Orson Welles en el que Elmyr de Hory relata con deleite sus logros como falsificador de arte profesional. Como la película recuerda, el propio Welles era también un maestro del engaño: en 1938, su adaptación radiofónica de 'La guerra de los mundos' sembró la alarma y el pánico en EEUU al hacer creer a la población que los alienígenas estaban conquistando la Tierra.


3. Colette (2018)

Rememora la historia de la novelista Sidonie-Gabrielle Colette, que incluye un caso de suplantación. A los 20 años se casó con el novelista y periodista Henry Gauthier-Villars, un crápula que se convirtió en su Pigmalión y su explotador. Viendo en ella condiciones literarias, la animó a que escribiera sobre sus recuerdos de infancia, y luego publicó esos textos firmándolos con su propio nombre.


4. Big eyes (2014)

Hace más de medio siglo, Walter Keane se hizo famoso formando retratos de niñas y niños de ojos gigantes que se convirtieron en el epítome de lo kitsch. Era un impostor. La verdadera artista era su esposa, Margaret, a la que mantenía prácticamente encerrada en su atelier pintando. El escándalo permaneció oculto hasta 1970. Este 'biopic' de Tim Burton lo recrea.


5. El precio de la verdad (2003)

Relata el ascenso y la caída de Stephen Glass, un joven y prometedor periodista de Washington que en 1999 cayó en desgracia al descubrirse que buena parte de los intrépidos reportajes que había escrito para la revista The New Republic –muchos centrados en episodios de corrupción– estaban basados en citas, fuentes y acontecimientos falsos.


6. Jeremiah Terminator Leroy (2018)

En 1999, un misterioso adolescente llamado JT Leroy saltó a la fama gracias al libro autobiográfico 'Sarah', en el que describía una niñez marcada por abusos sexuales, prostitución y drogas. Como recrea este 'biopic', ni el muchacho ni sus traumas existían realmente. Tras ellos se ocultaban Savannah Knoop, que se hacía pasar por Leroy en público, y Laura Albert, verdadera autora del libro.


7. Anonymous (2011)

¿Fue William Shakespeare realmente el autor de las obras de teatro por las que ha pasado a la historia? Se han escrito muchos libros y se han barajado muchas hipótesis al respecto. En este thriller, el director Roland Emmerich sostiene que el bardo no pudo escribir los textos que se le atribuyen porque procedía de una familia pobre. Para probar su teoría, por supuesto, no aporta ni una sola evidencia

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