Mahershala Ali: a ocho letras del éxito

Cuando Mahershala Ali ganó el Oscar hace dos años por meterse en la piel de un traficante con vocación de figura paterna en 'Moonlight' (2016), pareció haber triunfado de la noche a la mañana. Lo cierto es que llevaba décadas actuando, pero siempre desde los márgenes.

En 'El curioso caso de Benjamin Button' (2008) dio vida al padre adoptivo del protagonista, y encarnó a un poder fáctico en el seno de la Casa Blanca en 33 episodios de 'House of cards'.

Fue un guardia de seguridad –en el 2013, en la serie CSI–, un esclavo a la fuga –en 'Los hombres libres de Jones' (2016)– y el guardadaespaldas de Jennifer Lawrence –en 'Los juegos del hambre: Sinsajo' (2014)–.

En ninguno de esos casos, eso sí, su nombre apareció en el cartel promocional.

La estatuilla lo cambió todo. Desde que se la llevó a casa, Ali ha estado trabajando en sus dos primeros proyectos de magnitud como actor estrella. Por un lado, es el actor principal de la tercera temporada de 'True detrective', recién estrenada en HBO. Por otro, este viernes llega a los cines a bordo de 'Green book', en el que interpreta al pianista afroamericano Don Shirley, que alcanzó cierta fama hace medio siglo.

La película recrea la gira de conciertos por EEUU en la que Shirley se embarcó a principios de los 60 y durante la que estrechó vínculos con Tony Lip Vallelonga (Viggo Mortensen), que no solo era su chófer sino también su única protección frente al racismo imperante en el lugar y la época. El personaje ya le proporcionó a Ali el Globo de Oro hace unas semanas y probablemente obtendrá algún galardón más.

Haciendo camino

Él mismo confiesa que no se acaba de creer lo que le ha pasado a su carrera. Durante años, al fin y al cabo, nada hizo presagiar tanto premio. Empezó interpretando a un rígido médico en la serie 'Crossing Jordan', y a ese papel siguieron otros en ficciones televisivas igualmente mediocres como 'Threat Matrix' y 'Los 4400'. Al mismo tiempo intentó abrirse camino como rapero haciéndose llamar Prince Ali, aunque no tardó en dejarlo correr.

Tras participar en 'El curioso caso de Benjamin Button', 'Predators' (2010) y 'Cruce de caminos' (2012) entendió que, si quería darse a conocer, debía cambiarse el nombre: el que le había sido dado al nacer, Mahershalalhashbaz, era demasiado largo. Y luego tomó otra medida aún más drástica en ese sentido. En la cuarta temporada de House of cards, cuando la serie gozaba de máxima popularidad, decidió abandonarla; quería intentar convertirse de nuevo en un actor de primera fila antes de que fuera demasiado tarde. 'Green book' demuestra que lo ha conseguido. Hacia el final de la película, Ali pronuncia un intenso discurso sobre la traumática experiencia de ser negro y gay en la América de los 60.

Esa será la escena proyectada durante la ceremonia de los Oscar cuando se le presente junto al resto de candidatos a mejor actor de reparto; y probablemente será él quien suba al escenario justo después para recoger su segunda estatuilla en tres años. No está mal para un recién llegado.