TEATRO

'Afanys d'amor perduts': un 'Shakespeare' de aire feminista

El veterano Pere Planella dirige en el TNC una comedia de Shakespeare de su primera época. El gozoso enredo amoroso llega esta vez impregnado de un matiz reivindicativo

'Afanys d'amor perduts': un 'Shakespeare' de aire feminista

'Afanys d'amor perduts': un 'Shakespeare' de aire feminista / periodico

José Carlos Sorribes

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Las comedias de Shakespeare son siempre un juego delicioso. Todas, las de la primera etapa como 'Afanys d’amor perduts' –que acaba de estrenar el TNC– o las posteriores y más representadas como 'Noche de reyes' o 'Sueño de una noche de verano'. Resultan un ejercicio luminoso, con alguna sombra incluida, en el que el amor y los enredos provocan deleite en quienes las contemplan.

Si el lenguaje de un vuelo poético majestuoso está marcado a fuego en todas las piezas del bardo, en 'Afanys d’amor perduts' adquiere un peso incuestionable. Es como si en una pieza temprana ya quisiera dejar huella de lo que vendría después. El verso y la rima cadenciosa adquieren tanto valor como la trama.

Es la obra un juego de parejas. El rey de Navarra y tres de sus caballeros se juramentan para concentrarse en el estudio y el conocimiento, y abandonar los placeres terrenales. Obviamente, el primero de ellos son las mujeres. Ninguna podrá acercarse a "mil millas de la corte". Uno de esos caballeros, Biron, lo acepta a regañadientes. Pero pronto el propósito saltará por los aires con la visita de la princesa de Francia y tres de sus damas para resolver una disputa territorial. En manos de Cupido, la política queda en segundo plano y la diplomacia, superada por la fuerza del amor.

Xavier Albertí y el TNC no solo han recuperado una obra primeriza de Shakespeare, también a un director histórico como Pere Planella, que ha dibujado una lustrosa y dinámica puesta en escena en el 50º aniversario de su carrera. Todo fluye a buen ritmo, con constantes entradas y salidas, en la escenografía limpia y amplia de Bibiana Puigdefàbregas y Adelina Casanova, bien iluminada por Bernat Tresserra con tonos subidos. El vestuario de Miriam Compte acaba por subrayar la elegancia del montaje de Planella.

Años de cambio

Planella sí ha puesto la mirada en realzar el carácter feminista del texto. Ellas están al volante, porque hacen y deshacen; ellos son un tanto bobalicones, incluido el rey de Navarra. Apuntala esa óptica con un contexto en la época anterior a la primera guerra mundial, años de cambio socialtécnico y de valores. Es la época de las sufragistas, del cine de Méliès (con la proyección de una de sus películas) y también de los nuevos vehículos a motor. Aquí, un patinete eléctrico que conduce la princesa de Francia.