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'La favorita': barro y caca en las alcobas de palacio

La nueva película del griego Yorgos Lanthimos es una perversa visita a los cuartos oscuros de la corte de Ana de Gran Bretaña

película La favorita

película La favorita / periodico

Nando Salvà

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"Me gusta cuando me mete la lengua dentro". La frase parece sacada de los diálogos de una película porno, pero nosotros la hemos oído en una escena de 'La favorita'. Y es que este hilarante viaje a la corte de la reina Ana de Gran Bretaña no es el típico drama refinado y decoroso. En realidad, la Historia ni siquiera parece ser su fuente de inspiración esencial; sin duda, no lo es tanto como 'Barry Lyndon' o el humor de los Monty Python.

Retrata un mundo en el que imperan los celos y las puñaladas traperas; en el que las pelucas son del tamaño de ovejas muertas y los rostros acumulan más maquillaje facial que una convención de drag queens; en el que durante las fiestas palaciegas se baila hip hop, y en el que los pasatiempos principales son las carreras de patos o el lanzamiento de naranjas contra hombres gordos desnudos.

La película más convencional de Lanthimos

Podría decirse de ella que es la película más convencional de Yorgos Lanthimos, aunque lo cierto es que las palabras 'convencional' y 'Lanthimos' casan tan bien juntas como 'beicon' y 'light'. Vale que no es tan retorcida ni demente como 'Canino', 'El sacrificio de un ciervo sagrado' y el resto de sus títulos previos; no incluye incesto ni asesinatos de niños.

Pero aquí siguen el espíritu marciano, la creativa misantropía y la crueldad operística típicas del griego. 'La favorita' es tan sucia como el barro y las heces que Abigail (Emma Stone) lleva pegados en la cara y la ropa al hacer su entrada en palacio. Sí, por primera vez en su carrera, Emma Stone entra en escena en una película cubierta de caca. 

Escalada de chantajes y traiciones

Abigail no tarda en entender que Ana (Olivia Colman) es a la vez un monstruo, una niña indefensa y un alma atormentada, y que quien en realidad mueve los hilos de palacio es la mejor amiga y amante secreta de la reina: Sarah, duquesa de Marlborough (Rachel Weisz) y prima de Abigail; ella toma todas las decisiones por la monarca, desde cómo manejar su ejército hasta cómo maquillarse. Inmediatamente, la recién llegada intentará interponerse.

A partir de ahí, Ana se dejará querer por ambas jóvenes, arrimándose alternativamente a una o otra para que cuiden de sus 17 conejos, masajeen sus piernas enfermas de gota u,

ocasionalmente, conviertan el masaje en algo más. Y las tres mujeres se embarcarán en una escalada de chantajes, traiciones, envenenamientos y hasta intentos de asesinato. 

Lanthimos es un director que suele dedicar a sus personajes la misma empatía que dedicaría a un forúnculo; pero estas tres, en cambio, son tan humanas en sus miserias que, literalmente, duelen. Y mientras las contempla, y nos va contagiando toda la empatía que derrocha por ellas, 'La favorita' logra pasar de ser la más negra de las comedias negras a convertirse, de forma aparentemente imperceptible, en la más devastadora de las tragedias.

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