TEATRO

'4D Òptic': Fantástico juego teatral

Es esta una reposición justificada como pocas. Javier Daulte ha vuelto a remontar con el mismo equipo '4D Òptic', una comedia que mezcla ciencia ficción y 'thriller'. Con igual éxito, o más, que hace 15 años

'4D Òptic': Fantástico juego teatral

'4D Òptic': Fantástico juego teatral / periodico

José Carlos Sorribes

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El mejor elogio para una obra estrenada hace 15 años es que mantiene la frescura del primer día. Así ocurre con '4D Òptic', un fantástico artefacto teatral que el dramaturgo argentino Javier Daulte ha vuelto –por suerte– a poner en pie en Barcelona. Lo ha hecho con la misma compañía –en la que Albert Triola relevó al malogrado Quim Dalmau– y con el mismo éxito de entonces. La Biblioteca de Catalunya es el escenario de un ingenioso juego teatral del que participan por igual espectadores e intérpretes. Un juego alrededor de un preciso engranaje que combina dos géneros como la ciencia ficción y el 'thriller', bien aderezados con unas oportunas dosis de comedia. '4D Òptic' es un 'must', tanto para los que no la vieron hace 15 años como para los que quieran (deberían) volver a disfrutarla.

Solo con talento se puede aterrizar al mismo tiempo una trama con un grupo de científicos, que investigan protocolos ópticos de alta tecnología, y otra, en paralelo, sobre el recital de una diva musical en un castillo de los Alpes. Una artista a quien un grupo de delincuentes de pacotilla quiere asesinar por encargo de su discográfica. ¿Imposible? Ni hablar en manos de alguien como Daulte, capaz de tejer con maestría un engranaje milimetrado. El camino para hacerlo transita por el 4D del título, en una cuarta dimensión que abre una realidad alternativa. De ahí lo de la ciencia ficción.

Siempre al límite

La capacidad de Daulte se ve correspondida por un grupo de intérpretes que también manifiestan la frescura, hoy más madurada lógicamente, de una década y media atrás. Su complicidad hace que nada chirríe pese a que el dramaturgo tensa al límite la cuerda de su relato, con un ritmo frénetico y entradas y salidas propias de un vodevil. No se trata de destacar a nadie, pero cuesta obviar una nueva exhibición de una actriz enorme hasta en el mínimo gesto como es Nora Navas o la capacidad camaleónica de Jordi Rico. Pero el resto nunca se queda atrás en esa duplicación de roles que les plantea Daulte como parte del juego.

'4D Òptic' es, en definitiva, un fantástico entretenimiento pleno de inteligencia, entrega y amor al teatro. Era, por lo tanto, una obligación casi inevitable que aquellos jóvenes y aquel director se volvieran a reencontrar 15 años después. Y lo han hecho con igual (o mayor) éxito.