cine

Michael Moore: cómo hacer carrera tocando las narices

El director estrena 'Farenheit 11/9', un nuevo documental que muestra las miserias de las instituciones su país. Esta vez, sobre los destrozos de Trump

Nando Salvà

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A Michael Moore lo han llamado manipulador, tramposo, propagandista, populista, narcisista y demagogo; de sus películas han dicho que simplifican los hechos, que no contrastan fuentes, que adoptan puntos de vista sesgados, que se recrean en el chantaje emocional y que, en el fondo, no hacen más que predicar a los conversos. Y es probable que todas esas acusaciones tengan algo o mucho de ciertas.

Pero al documentalista de más éxito de todos los tiempos –los datos de taquilla y los índices de notoriedad pública justifican que se le describa así– hay que reconocerle algo: jamás le ha temblado el pulso a la hora de sacar a la luz todas las miserias de las instituciones estadounidenses, aunque eso provocara el cabreo de los sectores más conservadores de la política y la sociedad de su país y lo convirtiera en blanco de intentos de agresión y amenazas de muerte.

Ahora, Moore regresa a la cartelera con su nuevo trabajo, 'Fahrenheit 11/9', en el que se pregunta cómo es posible que Donald Trump llegara a la Casa Blanca y qué habrá que hacer para reparar todo el daño que ha hecho. Una buena ocasión para repasar lo más destacado de su obra. 

1. ROGER Y YO (1989)

La ciudad natal de Moore, Flint (Michigan), se vio sumida en la pobreza a mediados de los años 80 después de que el cierre de las plantas de producción de General Motors llevara a 30.000 personas al paro. Esta película documenta la quijotesca investigación llevada a cabo por el director para pedir explicaciones al presidente de la compañía.


2. BOWLING FOR COLUMBINE (2002)

La obra que lo dio a conocer en todo el mundo y que le granjeó la reputación de justiciero antifascista era un furibundo lamento por la obsesión de los norteamericanos por las armas y un argumento sobre todas las muertes que podrían evitarse controlando su uso. Desde que la estrenó, los tiroteos en institutos no han hecho más que aumentar.


3. FARENHEIT 9/11 (2004)

La que sigue siendo su película más famosa se dedicó a atacar frontalmente a George W. Bush, a airear los trapos sucios de su administración y a delatar los vínculos entre su familia y la de Bin Laden. Dejó especialmente claros tanto su capacidad persuasoria y su efectivo sarcasmo como su vertiente más marrullera y exhibicionista.


4. SICKO (2007)

Denuncia contra el sistema de salud y la sanidad privada estadounidenses, que obligan a los norteamericanos a aceptar empleos horribles simplemente porque les proporcionan seguro de enfermedad, mientras las aseguradoras perpetúan sus abusos gracias a los fondos que aportan a las campañas electorales para comprar a los políticos.


5. CAPITALISMO: UNA HISTORIA DE AMOR (2009)

Sobre el papel, el mensaje era que el capitalismo es malo. Sin embargo, la película se centraba menos en defender el socialismo que en denunciar los excesos cometidos por el sistema bancario en EEUU y, en realidad, en contar más o menos lo mismo que Moore ha contado siempre: las maldades de la superestructura económico-política.


6. ¿QUÉ INVADIMOS AHORA? (2015)

Moore, de viaje por varios países europeos para apropiarse de sus políticas sociales y trasladarlas luego a EEUU. Veíamos al director con la bandera de barras y estrellas en mano, preparado para clavarla en suelo extranjero, parodiando así la necesidad yanqui de plagiar y esquilmar otras culturas.

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