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'El reverendo': ¿adónde ha ido Dios?

'El reverendo' es el resurgir creativo de Paul Schrader, el autor de 'Taxi driver'. Una película feroz, llena de rabia y dolor y pasión

Estreno de cine: 'El reverendo'

Estreno de cine: 'El reverendo' / periodico

Nando Salvà

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Decir de 'El reverendo' que es la mejor película de Paul Schrader en mucho tiempo no es una forma particularmente efectiva de hacerle justicia. Después de todo, el director llevaba años sumido en lo que parecía una crisis creativa irresoluble, y de ella dan fe títulos como 'The Canyons' (2013) y 'Caza al terrorista' (2014). Considerando que las luchas en las que se vio envuelto a causa de esos proyectos debieron de ser para él algo parecido a un viacrucis, resulta casi lógico que ahora su resurgir suceda con una película tan atormentada como esta.

Cuenta la historia de Toller (Ethan Hawke), un capellán que perdió a su hijo en Irak y se separó de su esposa poco después, y que atiende a su congregación con la abatida devoción de un hombre que cumple penitencia autoimpuesta. Gran parte de su angustia queda reflejada en las páginas de su diario personal que él mismo lee a través de la voz en off y que dejan claro a qué ritmo se deteriora su salud. El consumo desmedido de whisky seguramente no ayuda.

Su fe, ya de por sí inestable, se ve puesta aún más a prueba cuando conoce a Mary, una joven embarazada que le pide que hable con su esposo, Michael, que está tan aterrorizado por las implicaciones del calentamiento global que quiere que Mary aborte; mejor eso, sostiene, que traer a un alma inocente a un mundo que se dirige rápidamente hacia la extinción. Llegado el momento, la tragedia sacude a la pareja y, a partir de entonces, el sacerdote emprende un sorprendente viaje interior, convencido de que es necesario hacer algo drástico en un intento desesperado de encontrar cierto sentido y moralidad en el mundo.

ASUNTOS ESPINOSOS

A medida que aborda ese proceso, el personaje se va alineando paulatinamente a los protagonistas de otras películas escritas por Schrader como 'Taxi driver', 'American gigolo' y 'Posibilidad de escape', tres obras que el cineasta ha definido como su trilogía nocturna.

El filme plantea asuntos espinosos, como la corporativización de la religión, el miedo a que la humanidad esté abocada al desastre, la cuestionable efectividad de la protesta política y los peligros de la radicalización. Pero, en parte gracias a la mayúscula interpretación de Ethan Hawke, la densa agenda temática en ningún momento resta humanidad al retrato de un hombre que está convencido de que Dios lo ha salvado pero no puede evitar sentirse indigno de algo así.

El resultado es una obra cuya angustia emocional atrapa al espectador en la misma nube oscura que consume a su héroe; el tipo de película que le deja a uno con preguntas más profundas que respuestas y que necesita ser vista al menos dos veces para ser completamente asimilada.

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