CUMPLEAÑOS FELIZ

T de Teatre: 25 años como si nada

La popular compañía celebra un cuarto siglo sobre las tablas con 'E.V.A.', dirigida por Julio Manrique

T DE TEATRE

T DE TEATRE / periodico

IMMA MUÑOZ

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Cinco amigas se licencian en el Institut del Teatre. Tienen la energía y la ilusión de la veintena hace poco estrenada. Y la inconsciencia. Se mueren por subir a un escenario, y no van a esperar a que alguna de las compañías existentes venga a buscarlas: van a montar su propio espectáculo. Que sea lo que Dios quiera.

«Recuerdo que dijimos: 'Si hacemos cinco bolos ya será un éxito'. Y mira», dice una de ellas.

«Mira» es que, 25 años después, tres de esas cinco chicas están sentadas en torno a una mesa hablando de la obra con la que festejarán que ya llevan un cuarto de siglo comiéndose los escenarios. Son Carme PlaÀgata Roca y Rosa Gàmiz, a las que se ha sumado Marta Pérez, que no estaba en el quinteto inicial, pero que tardó poco en sumarse. De ese primer cinco titular, faltan dos jugadoras: Mamen Duch, que está rodando una serie en Madrid, y Míriam Iscla, que se desvinculó del grupo hace casi una década. No hace falta ser crítico teatral para saber que hablamos de T de Teatre, un valor seguro, segurísimo, de la escena catalana.

«Siempre decimos lo mismo: empezamos casi de un modo inconsciente, y quizá por eso salió tan bien. Nos entendíamos, queríamos trabajar, y hacerlo juntas...», empieza Àgata Roca. «Sí. Pere Sagristà nos propuso ensayar 'Petits contes misògins', un día en casa de una, otro día en casa de otra, hasta que pudimos estrenarla en La Cuina del antiguo Institut del Teatre. Nos salieron muchos bolos, hicimos temporada y acabamos constituyéndonos en compañía», continúa Carme Pla.

Era 1991, y el espectáculo de esas cinco debutantes mereció un premio de la crítica de Barcelona como Revelación Teatral de la Temporada. Y, desde entonces, un no parar: 10 espectáculos contados por éxitos, porque lo de estas actrices con el público es más que un idilio: es un matrimonio que va por las bodas de plata. Han logrado que vayan a verlas a ellas, cuenten lo que cuenten.

«Yo que he estado dentro y fuera -explica Gàmiz, que participó en el primer montaje, pero que luego dejó la compañía y ha colaborado en algunos montajes, como '15' y el que estrenarán ahora-, creo que han logrado algo muy importante: hacerse un público, un público que valora que se expliquen las cosas desde el punto de vista de las mujeres de una forma distinta, que las ha visto crecer y ha constatado que en cada edad tenían algo que decir. Y siempre, siempre, con humor».

Incluso cuando, como en su obra de aniversario, 'E.V.A.', se enfangan en el sufrimiento. 'E.V.A.' es el nombre de la chica de 25 años (Carolina Morro, que fue ayudante de dirección en 'Aventura!', en el 2012, y en este montaje sube al escenario) que, en la ficción y en la realidad, las enfrenta a que ellas ya no tienen 25 años, sino el doble, pero también las siglas de Escala Visual Analógica, un herramienta para medir la intensidad del dolor.

"IR HACIA DELANTE"

«'E.V.A.' (cuyas previas empiezan mañana, 30 de junio, y se estrenará oficialmente el día 3 de julio) habla de muchas cosas -interviene Àgata Roca-, pero sobre todo de hacerse mayor, que es lo que estamos viviendo nosotras ahora». «Y de superar y superarse, ¿no? A uno mismo y las cosas que le pasan», tercia Marta Pérez. «De evolucionar e ir hacia delante», concluye Pla. En este sentido, y teniendo en cuenta que en la obra se soplan las velas de un pastel de cumpleaños, ¿es una síntesis o una evolución?

«Una evolución», convienen casi a coro. «Es que sería muy difícil sintetizar estos años, con todo lo que hemos vivido y todos los temas que hemos abordado -explica Roca-. Queríamos hacer un guiño al aniversario y celebrarlo con el público, pero no que fuera el eje de la función. Los autores del texto lo han hecho muy bien: han enlazado perfectamente cuatro historias en las que se habla de los traumas, las frustraciones, las aspiraciones que conlleva cumplir años, y todo en clave de comedia».

OCHO DIRECTORES

Los autores del texto son Marc ArtigauCristina Genebat y Julio Manrique, que es también el director. «Hacía tiempo que queríamos trabajar con él, y aceptó enseguida», dicen, y bromean con que no se cansa nunca. En esta recta final de ensayos antes del estreno, que las tiene en un sinvivir de niños arriba-niños abajo (son madres y no lo tienen más fácil para conciliar que el resto de trabajadoras: de hecho, Àgata Roca viene a la entrevista con su hija) y de ensayos hasta las tantas, el director les suelta cosas como: «¿¿¿No queríais hacer teatro??? ¡Pues otra vez!», cuentan entre risas.

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Manrique es el octavo hombre que las dirige, tras Sagristà, Sergi Belbel -en 'Homes!' (1994) y '15' (2006)-, David Plana -'Criatures' (1998) y 'Això no és vida' (2003)-, Javier Daulte -'Com pot ser que t'estimi tant?' (2007)-, Alfredo Sanzol -'Delicades' (2010) y 'Aventura!' (2012)-, Pau Miró -'Dones com jo' (2014)- y Ciro Zorzoli -'Premis i càstigs' (2015)-. Como propósito para la segunda etapa que todo aniversario redondo inaugura, sumar mujeres a esa lista.

LOS MEJORES MOMENTOS

Y grandes momentos teatrales. ¿Cuáles han sido sus favoritos? «Yo tengo dos -contesta enseguida Carme Pla-: 'Petits contes misògins', por lo inesperado de lo que vivimos, y 'Delicades', que me parece una obra mágica, especial». Marta Pérez coincide en esta segunda elección. «Fue un punto de inflexión. Yo estoy muy satisfecha también de 'Premis i càstigs'», añade. «Pues yo supongo que mezclo lo personal, pero me quedo con el año que pasamos en Madrid haciendo 'Homes!'. Por lo que nos divertimos, y porque fue un momento de crecimiento, una edad de ruptura. Yo vivía en casa de mis padres, aún, y marcharme un año fuera fue un cambio tan grande... En este tiempo, nos hemos emancipado, hemos tenido pareja, hijos... Y cada obra la asocias a un proceso», dice Ágata Roca. Casi siempre compartido. «En épocas como la de Madrid, las 24 horas», añade Pla. «Nos hemos llorado, confesado, reído... lo hemos vivido todo juntas», resume Roca.

Buena síntesis para una carrera: reír, llorar, confesarse. Teatro. Y vida. Con muchos escenarios aún por sumar, que, total, llevan 25 años como si nada.