ARTE

Retratos de Nueva York desde un taxi

Ryan Weideman, fotógrafo y taxista, documenta con sus instantáneas cuatro décadas de la noche neoyorquina

REENCUENTROSWeideman ha llevado en su taxi a personas de toda clase y condición. Con algunas, como la mujer que posa tumbada, ha vuelto a coincidir. Ambos paseaban por la calle 43 cuando se cruzaron. Ella le reconoció y quedaron para que el arti

REENCUENTROSWeideman ha llevado en su taxi a personas de toda clase y condición. Con algunas, como la mujer que posa tumbada, ha vuelto a coincidir. Ambos paseaban por la calle 43 cuando se cruzaron. Ella le reconoció y quedaron para que el arti

NATÀLIA FARRÉ

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Jóvenes, adultos, modelos, poetas, creativos, empresarios, banqueros, prostitutas, comerciantes, blancos, asiáticos, homosexuales, heterosexuales, solos, en compañía... De todo ha pasado por el asiento trasero del coche de Ryan Weideman. Y de todo ha captado el objetivo de este artista que quería ser fotógrafo y al que la necesidad acabó convirtiendo en taxista. No perdió la vocación: al final fue ambas cosas. En Nueva York, de noche, y durante cuatro décadas, desde los 80 hasta principios del siglo XXI, Weideman transformó su taxi en un estudio móvil, y el retrovisor en su escenario.

Cuando sentía la necesidad, se giraba y disparaba al pasaje, a menudo con permiso y, a veces, por impulso. A partir de 1986 dejó de darse la vuelta y empezó a incluirse en las fotografías, en lo que son 'selfies avant la lettre'. Tiene en su haber un montón de instantáneas, varios libros publicados y alguna exposición en Estados Unidos. Ahora, 40 de sus imágenes, documentos sobre el devenir de la noche neoyorquina, lucen por primera vez en Barcelona: en el curioso y agradable Espronceda Center for Art and Culture, hasta el 17 de junio.

REENCUENTROS

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Weideman ha llevado en su taxi a personas de toda clase y condición. Con algunas, como la mujer que posa tumbada, ha vuelto a coincidir. Ambos paseaban por la calle 43 cuando se cruzaron. Ella le reconoció y quedaron para que el artista le entregara copias del retrato. 


AUTORRETRATO

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Una imagen del autor de 1988, la única fotografía disparada desde el asiento de atrás


CONEXIÓN

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El creador no siempre fotografía a su pasaje, solo cuando ve una conexión, una  mirada que le gusta, una historia que contar. Ha tenido problemas, pero la mayoría de las veces la gente colabora y le ayuda. Y siempre retrata en horizontal, es el encuadre del retrovisor, su ventana al asiento de atrás. 


ANECDOTAS

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El fotógrafo afirma que el taxi y la cámara le han proporcionado numerosas anécdotas. La que más recuerda es la invitación improvisada de un grupo de clientes: iban a un concierto del grupo B-52’s y  les sobraba una entrada, así que se llevaron a Weideman con ellos.