teatro 

Una 'Yerma' que hace botellón

La compañía Projecte Ingenu revisa la tragedia lorquiana en el Akadèmia. Una visión contemporánea y ágil del drama de una joven que no puede ser madre

'YERMA', SECA Y MARCHITA lo+ lo-_MEDIA_2

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José Carlos Sorribes

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Yerma y Juan llevan ya 24 meses casados después de un matrimonio de conveniencia, a gusto del padre de ella. Tiempo más que suficiente para que haya habladurías en el pueblo sobre por qué no se queda embarazada. Él solo piensa en la hacienda, ella en esa maternidad no culminada. Su vida solo tiene sentido como madre, y por ello sufre hasta la desesperación con un marido que no parece entenderla. Todo lo contrario que el pastor Víctor, un viejo amigo, con quien sí tuvo un día el fuego interior que no halla cuando su esposo la abraza. Poco a poco, la frustración de Yerma crece y crece, pide ayuda y no la encuentra, y su sangre se envenena. Mal asunto.

Ya lo hicieron con Shakespeare, en sus versiones de 'Hamlet' y 'Romeo y Julieta', y ahora revisan a otro dramaturgo de renombre y una de sus piezas clásicas: Federico García Lorca y 'Yerma'. Son la tropa de Projecte Ingenu, un nombre adecuado como pocos para un grupo de jóvenes surgido en el 2013 después de licenciarse en el Institut del Teatre.

En ese tiempo, bajo la tutela del director Marc Chornet, han amasado un teatro desnudo, siempre a fuego lento, coral, con la naturalidad luminosa propia de la juventud y latido imaginativo para sus puestas en escena. Así regresa el grupo con una de las desgarradas tragedias de Lorca, de la época de 'La casa de Bernarda Alba' y 'Bodas de sangre'. Todas dibujadas alrededor de personajes femeninos marcados por la frustración y la incomprensión. En el umbral de un trágico destino.

No es posible un montaje de 'Yerma' sin una gran protagonista. Y aquí la hay: la mirada de Alba José atrapa siempre en su descenso emocional, en el que tampoco falta la defensa de su honra. De la tímida luz del inicio, cuando aún confía en quedarse embarazada, a la búsqueda desesperada del giro que cambie su vida. Alba José tiene una corte que la secunda bien, con la amiga María (Ariadna Fígols), la Vieja (Isabel Soriano) o las muchachas (Roser Tàpias y Cristina López). Son las que le cantan a Yerma: «¡Ay de la casada seca!/¡Ay de la que tiene los pechos de arena!...». Tàpias muestra magnético embrujo en la escena de la romería. Es esta una función de mujeres, y Martí Salvat pone siempre un tono sombrío al desbordado Juan, mientras Xavier Torra se desdobla como Víctor y protagonista en el hechizo de la romería.

EL TOQUE CONTEMPORÁNEO

Tanto valor como el trabajo interpretativo tiene en la 'Yerma' de Projecte Ingenu y de Chornet el juego con el espacio, a partir de la brillante escenografía de Laura Clos. La definen una cama y un suelo de arena seca como símbolo de la esterilidad. Un espacio que se transforma a lo largo de la obra con esas cepas de vid que crecen y maduran en un sugerente cambio cromático y temporal.

El toque contemporáneo llega con el móvil que usa Yerma para hablar con una pitonisa, el botellón con las amigas, el predictor que no da la buena esperada, el vestuario de Marta Rafa de adolescentes de hoy o la canción 'Me muero por conocerte', de Álex Ubago. No llega a chirriar, pero igual sí choca ante la fuerza del simbolismo lorquiano.