‘Tour’ de noche

El nuevo mapa del baile: estos son los mejores clubs de Barcelona

Las discotecas recuperan el tiempo perdido. Marcamos en el callejero las pistas de baile más calientes de la ciudad: tanto recién llegadas como santuarios de la noche. Este es el GPS de la militancia ‘dance’

on moog

on moog

Albert Fernández

Albert Fernández

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Ves los cuerpos sacudirse, la dj alzando el puño, las drags revolucionando al personal. Te abstraes con los parpadeos de luz, te elevas con la música y en pleno éxtasis te sobreviene el mantra: bailar como si no hubiera un mañana. La cosa no está para perderse una fiesta. Los clubs han vuelto con más ganas que nunca; las discotecas nacen, crecen y reproducen exponencialmente sus agendas para recuperar el bailoteo perdido. Así que prepara el pasaporte Covid y ponte a la cola, que en cuanto nos pongan el sello vamos a volver el suelo lava, literal.

Para empezar, celebremos con un buen perreo el nacimiento de DALE Dance Club Barcelona. Estos recién llegados a la pista han irrumpido con un imaginario colorido que responde a la globalización de la música urbana. Desde la cabina de Safari Club Barcelona (Tarragona, 141), DALE despliega cada jueves un festival de reggaeton, dancehall, dem-bow y r’n’b orientado a la generación Z y millenials, con talentos de la escena y djs locales como Loli Choice y Chicletol. Obviamente, el nuevo bailoteo de la ciudad se apoya en valores inclusivos, feministas y antirracistas. Gustera y alma, amigui. 

Sesión del recién llegado DALE Dance Club Barcelona.

Sesión del recién llegado DALE Dance Club Barcelona. /

Hay tanto por lo que brindar en el tercer aniversario de D.R.O.P. que vamos a implosionar de alegría. Para la ocasión, este viernes, 3 de diciembre D.R.O.P. migra de su templo habitual, This Side Up, a la sala Wolf (Almogàvers, 88). Más metros de pista para una gran comunión de euforia y bailoteo house. Tras la mesa, leyendas como Dave Lee, icono de la música disco, más COEO del sello Toytonics y los fundadores de D.R.O.P., Annie Beckett aka Bonny Soul y Beniso, auténticos héroes de la cultura de club. Las sesiones D.R.O.P. son pura militancia dance con apuesta por productores internacionales, una plataforma cultural hecha acto político. Bonny Soul reivindica que de fiesta las mentes se abren, y es el momento de romper viejas ideas y crear una comunidad basada en la libertad y el respeto. Cheers to that!

on drop

D.R.O.P. /

Voodoo Club propone un intercambio cultural positivo a través de noches ardientes de afro beat, funk y disco. Sus acaloradas sesiones vuelven una vez al mes a la Sala Upload (av. Francesc Ferrer i Guàrdia, 13). Este 11 de diciembre, 27ª edición de Voodoo Club con Drea, Naguiyami y Grey93 controlando el latido de la noche. Otro referente de la ciudad, Moog (Arc del Teatre, 3), combate la incertidumbre con la idea de renacer y un non-stop de sesiones todos los días de la semana. Este diciembre tienen programadas estrellas como Annie Hall, Tensal y Jen Cruz. A darlo todo en nuestro santuario del techno y la electrónica.

Indispensables

Las discotecas 'majors' tampoco aflojan. Razzmatazz (Almogàvers, 122) se multiplica en espacios y sesiones, desde los bailes despendolados del Dirty y el Sucio, a sus clásicos Lolita y RazzClub, todo hits. Apolo (Nou de la Rambla, 113) también perpetra una cantidad de maravillas para enloquecer: que si el Boiler Room, que si el reggae de Caníbal y el revival de Milkshake, más los indispensables Nitsa y Astin, y luego el Ven Tú! y el Churros con chocolate de los domingos. Por el momento este sábado, 4 vamos a gozar la hermosura de sonidos de nuestra fabulosa Sama Yax junto al genial artista británico Floating Points y luego quedará mucho mes aún. 

La fábrica de baile no se acaba: siempre puedes sudar en Jamboree (plaza Reial, 17), explorar sonidos en la pista de Laut (Vila i Vilà, 61), o contonearte en tu bar favorito, pongamos un Bar Sauvage (paseo del Born, 13) o un Manchester Bar (Milans, 5). 

Venga, que ya entramos. Si el mundo se va a la mierda, que nos pille en la disco. Como diría un boomer engorilado: «Que nos quiten lo bailado».