TRAZOS RÁPIDOS

Clases nocturnas de dibujo en Barcelona

En 1, 3, 5, 10 o 55 minutos debes inmortalizar las poses de un modelo. Son las noches de dibujo exprés en Life Drawing para perder el miedo al lápiz

Los participanes de Life Drawing, habitualmente jóvenes, depuran su técnica en estas clases nocturnas.

Los participanes de Life Drawing, habitualmente jóvenes, depuran su técnica en estas clases nocturnas. / periodico

Abel Cobos

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Un silencio sepulcral y un cuerpo rígido te dan la bienvenida a Life Drawing (Bou de Sant Pere, 8). Te sientes como en la exhumación de Franco. Un grupo de diez personas lo miran fijamente mientras lo dibujan al milímetro. Tras unos minutos, guardan sus dibujos y la modelo se incorpora, cambiando de postura con más rapidez que Ciudadanos cuando le preguntan sobre pactar con Vox. De nuevo, los asistentes se ponen a dibujar.

Es uno de los eventos nocturnos que ofrece esta escuela en su web y que presenta en dos formatos: el primero, “dos poses de 55 minutos cada una, que dan para profundizar más en el estilo y la técnica”. Luego, “las poses cortas, de 1, 3, 5 y 10 minutos, mucho más dinámicas, pero que requieren dominar la técnica para hacer algo decente”, explica Benet, el fundador. Y siempre al mismo precio: cada clase cuesta 10 €.

Para crear estos eventos se inspiró en Inglaterra, donde el arte se utiliza de forma más cotidiana, mientras que en España “es muy solemne, solo para profesionales”. “No dibujamos para pasárnoslo bien”, añade. Por eso quiere dirigirse a todo tipo de público: desde los que dominan el carboncillo con más soltura que Leonor el catalán hasta a quienes el Ecce Homo de Borja les parece una proeza artística. 

“Hay varias técnicas para principiantes. Por ejemplo, dibujar sin mirar el papel, sin levantar el lápiz o con la izquierda y luego centrarse en una parte del cuerpo que creas que es fácil”. Parece que no, pero funciona. Hoy hay un primerizo que lo demuestra: está dibujando un pecho y está quedando bastante realista. “Quizás hasta Instagram me lo censura”, bromea. A su lado está Veronika, una veterana: “Vengo porque en mis estudios de arte son muy academicistas. Aquí puedo probar cosas más interpretativas”. 

El público es joven, porque las clases también lo son. “Quiero diferenciarme del Reial Cercle Artístic”, añade Benet. Por eso, trae modelos que hacen shibaribondageyoga y hasta cosplay, para ofrecer más perspectivas que vayan más allá del modelo clásico. Pero, probablemente, lo que más diferencia a Life Drawing son los stripteases de dibujo: cambiar el modelo por un stripper, que va desnudándose y jugando mientras lo van retratando. “Un éxito en las despedidas de soltera”, asegura.