Las reacciones

Rajoy reúne al PP para exigir lealtad y perspectiva electoral

GEMMA ROBLES
MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mariano Rajoy ha convocado hoy en Madrid al comité ejecutivo del partido. Y está decidido a reclamar a sus compañeros unidad, lealtad, honradez y visión electoral en uno de los momentos más difíciles que ha vivido esta organización, según fuentes de su entorno.

Esta cita estaba prevista para la próxima semana aunque, con la tormenta que está cayendo sobre el tejado popular, no caben esperas. Rajoy está preocupado por la repercusión que, en Galicia y Euskadi, pueda tener el escándalo sobre el espionaje en Madrid o la investigación del juez Baltasar Garzón sobre la trama de corrupción, que de momento se ha cobrado cuatro dimisiones en el PP.

Por eso, hoy sacará a colación que hay dos investigaciones internas --una suspendida temporalmente y otra en marcha-- para esclarecer esos casos. Dicho esto, demandará a los suyos que se vuelquen con sus candidatos gallego y vasco, Alberto Núñez Feijóo y Antonio Basagoiti, ya que, en opinión de los más cercanos a Rajoy, en momentos tan duros se la está "jugando" todo el partido.

LA RABIA DE LOS ASPIRANTES

En los últimos días, tanto Núñez Feijóo como Basagoiti han reconocido públicamente su desazón por el interés mediático que despierta el escándalo del espionaje o, últimamente, el sumario sobre corrupción y tráfico de influencias que instruye Garzón. Existe temor en las filas del PP por cómo pueda salpicar la investigación de la Audiencia Nacional en Madrid y Valencia, dos importantes caladeros de votos populares.

"Me produce repugnancia que mientras hay concejales del PP vasco que dan la vida, que dan todo por defender sus ideas, pueda haber por ahí conseguidores que utilizando el nombre del PP, saquen dinero", enfatizó ayer Basagoiti.

Rajoy pretende insistir hoy en ese punto y advertir que, si se demuestra que algún miembro del partido ha sacado los pies del tiesto de la honradez, se tomarán medidas "contundentes". Claro que ese aviso del líder conservador está rodeado de cierta ambigüedad: el lunes, tuvieron que dimitir un consejero de Esperanza Aguirre; el alcalde del municipio de Boadilla y el exregidor de la localidad de Majadahonda sin estar aún imputados por Garzón (los dos últimos lo fueron finalmente ayer). Mientras, el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se mantiene sin problemas en el cargo pese a llevar a sus espaldas varias imputaciones.

MANO DURA Y CAÑA AL PSOE

En cualquier caso, ya hay dirigentes del PP que han señalado que es momento de limpiar la suciedad que pueda haber de puertas para dentro, o de "sacar las manzanas podridas del cesto", como dijo ayer la portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.

Más duro se mostró el ya ratificado candidato a las europeas, el veterano Jaime Mayor Oreja, que recalcó que al equipo de Rajoy no debe "temblarle la mano" a la hora de tomar medidas que ayuden a restaurar la deteriorada credibilidad del partido. Y demoledor el dirigente navarro Jaime Ignacio del Burgo, que tachó de "hijos de puta" a todos los cargos del PP que se hayan lucrado a costa de la corrupción. Eso sí, Del Burgo hizo hincapié en el "regalo electoral" que, bajo su punto de vista, ha hecho Garzón a los socialistas al destapar este asunto en víspera electoral.

Ese último argumento será utilizado, de modo algo más suave, por el propio Rajoy en el comité ejecutivo. Como ayer hiciera Esperanza Aguirre, insistirá en la "indefensión" que supone para el PP que haya "filtraciones" de un sumario secreto.

Recordará además que ha presentando denuncias al respecto en la Fiscalía y el Consejo General del Poder Judicial y que intentará personarse en la causa para tener más información. Rajoy se sabe tocado y reclama refuerzos.