CONCIERTO

Zahara en la intimidad

La artista pop visita Barcelona y Girona con una gira de teatros en la que recupera temas inesperados

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Juan Manuel Freire

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Cuando saltó a la fama, allá por el 2009, Zahara tenía un pie en el indie y otro en el mainstream. Muchas de sus influencias (como Death Cab For Cutie) provenían del paisaje alternativo, pero algunas canciones de su debut multinacional, 'La fabulosa historia de…', parecían diseñadas para reinar en las radiofórmulas. Uno de sus productores era Ricky Falkner (Standstill, The New Raemon), pero el otro era Carlos Jean.

Hoy en día, las barreras entre indie y mainstream casi se han disuelto. Los grupos pequeños no tienen miedo a triunfar y pueden hacer (sin que nadie se lo critique) concesiones para conseguirlo. Que una persona escuche discos de Sub Pop todo el día y por la noche vea 'OT' ya no se considera una contradicción. En el propio 'OT' han empezado a sonar canciones que en primeras ediciones habrían sido impensables, por demasiado alternativas.

Hace diez años, el pensamiento de tribu todavía existía: el público indie podía marcar unas reglas claras, y el más mainstream no estar abierto, consciente o inconscientemente, a nada que se saliera mínimamente de la norma. "Había gente que te miraba mal si te iban bien las cosas, si hacías algo cuidado, o tu canción se hacía famosa", explica Zahara vía telefónica. "Ahora es diferente. Si una canción tuya suena en 'OT' [Amaia y Aitana cantaron 'Con las ganas' en el 2017], la gente se alegra por ti… Antes no era así".

La experiencia multinacional

Entre las antiguas reglas no escritas del indie figuraba, por ejemplo, que cantar alto, claro y con buena técnica estaba mal. "Antes del primer disco, cuando me paseaba por concursos de cantautores, empecé a cantar peor para ver si me tomaban más en serio. Buscando sonidos dejados, partes habladas… Cosas que se alejan de lo que se supone que es cantar bien. ¿Y sabe qué? Funcionó".

Si la voz sonaba, además, muy arriba en la mezcla, peor que peor. Pero en Universal eligieron al bastante pulcro Carlos Jean para encargarse de la producción de 'La fabulosa historia de…', contra la opción de Zahara, que era Ricky Falkner. "Con los años, todavía sigo pensando… ¿Por qué no me dejaron? Cuando lo propuse, creyeron que no podía ser un productor para mí. '¿Standstill? ¿Pero qué se ha pensado esta chica?' Para que me callase, me dejaron que Falkner hiciera tres canciones".

Zahara sigue explicando su vía crucis multinacional: "Me arrepiento de no haberme sabido defender, pero era demasiado joven. En ningún momento se tenía en cuenta mi opinión. Por ejemplo, no se me consultó si 'Merezco' debía ser el tema de la Vuelta a España. Cuando grabé el vídeo de 'Con las ganas' con mi amigo Abel Molina, por muy poco dinero, no querían lanzarlo: que si no se me veía, que si no salía guapa… Al final se lanzó y tuvo más éxito que el de 'Merezco'".

Universal quería su lado cándido, pero no el más amargo. "Yo vivo en una eterna dualidad, y en eso radica un poco mi gracia, creo. Puedo hacer una canción como 'Merezco', después otra como 'En la habitación'… Puedo cantar canciones tristes, pero explicarlas con humor en los conciertos. Es frustrante tener delante a gente que no entiende esa dualidad".

Con su propia ley

El ya independiente 'La pareja tóxica', del 2011, fue una reacción a esa mala experiencia. "También a una ruptura sentimental y a la muerte de mi abuela, que me había criado". La cara más melancólica de Zahara, aquella que Universal había querido enterrar, ganaba la partida. 'Santa' y 'Astronauta', editados por Zahara en su propio sello, son discos más equilibrados, en los que aparece la artista en toda su natural dualidad: melancolía más ironía, realismo más surrealismo.

"Pero ahora que estoy con la gira de teatros, he recuperado muchos temas de 'La pareja tóxica' y me encantan", admite la nueva profesora de cultura musical de 'OT'. "Por ejemplo, en el concierto de Sevilla, 'Del invierno' fue espectacular; se me saltaron las lágrimas con ella. Muchos años después, sigue haciendo daño, la jodida. También me gusta tocar 'El caso de emergencia', que en su día apenas hice en vivo”.

Quienes se acerquen a los conciertos de Zahara del viernes, día 17, en el Palau de la Música (Festival Mil·lenni), o el sábado, día 18, en el Auditori de Girona, encontrarán a la artista en su modalidad más íntima: casi dos horas de concierto con mucho piano de cola y poca presencia del repertorio de 'Astronauta', que ya presentó hace casi exactamente un año en Barcelona. "Del último disco solo hago cuatro. Hay canciones antiguas y poco tocadas; canciones que solo están en discos de rarezas; canciones de compañeros… Está siendo emotivo".