CONCIERTO

Aries, desde otra dimensión

La artista de pop experimental Isabel Fernández-Reviriego presenta 'Juramento mantarraya' en Fabra i Coats

Aries

Aries / periodico

Juan Manuel Freire

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Aunque asegura que vive y trabaja en Vigo, adonde llegó tras nacer en Bilbao y pasar por Madrid, Isabel Fernández-Reviriego, alias Aries, parece enviar música desde otra dimensión, una con leyes físicas diferentes. En el reciente 'Juramento mantarraya', en particular, parece haber buscado un feliz desconcierto, que no supiéramos dónde estamos o de qué instrumentos proceden esos sonidos.

"Quería una mezcla de sonidos orquestales y otros más abstractos", nos precisa en conversación telefónica. "Había estado escuchando mucho impresionismo: RavelDebussy, Satie, que hacían una música borrosa… Y [el grupo de hip hop experimental] Shabazz Palaces también me encanta y hace eso, una música gaseosa". Aries persiguió ese éter sin dejar de lado la melodía. "La estructura pop está ahí, pero la producción hace que todo sea más misterioso”, explica.

Por si alguien no sabe vivir con la incertidumbre, Fernández-Reviriego desgrana su arsenal: "Uso varios programas, sobre todo Pro Tools para organizar los sintetizadores y Ableton Live para los ritmos. En cuanto a sintetizadores, tengo cuatro, incluyendo un Moog Sub 37 que me compré después de salir de gira con Calvin Johnson. Antes usaba sintes peores y se notaba. Ahora los sonidos son más gruesos". En directos como el del viernes, día 21, en la Fabra i Coats, al imponente sonido se unirán visuales alucinados.

Adueñarse del tiempo

Otro misterio revelado: el origen del curioso título del disco. "Alude a una promesa que le hice a mi padre mientras buceábamos un día en la Costa Brava. Mi animal favorito siempre había sido la mantarraya. Buceando ese día, vi un banco de medusas y me asusté. Mi padre me dijo: 'Imagina que eres una mantarraya y escapas'…". Un consejo que Fernández-Reviriego acabó usando no solo buceando, sino viviendo en general. 

Por ejemplo, asustada por los gastos y el ruido de Madrid, decidió instalarse en Vigo, donde puede desarrollar su actividad creativa con más tranquilidad. Gran parte de sus letras están relacionadas con una obsesión lejana: ser dueña de su propio tiempo. De luchar, ahora, contra la economía de la atención y, si quiere, no hacer nada, que es mucho. "En la canción 'Dolce far niente' hablo de eso: se puede hacer mucho sin hacer nada".

Hacer nada, esa rareza en tiempos de no aburrirse y no imaginar. Siempre hay un móvil cerca, algo por chequear. Con la Red, ella tiene sensaciones encontradas: "Yo la veo un poco como trabajo. Trato de administrar bien mi tiempo y usarla de manera positiva". Si quiere invertir tiempo navegando, dense una vuelta por su blog 'La magia bruta'. Un raro caso de rincón saludable en Internet.