CONCIERTO

Oso Leone, un refugio elegante

El grupo folk mallorquín presenta esta semana en directo 'Gallery love', viraje hacia el soul-pop y el R&B

Oso Leone

Oso Leone / periodico

Juan Manuel Freire

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Tras un par de discos de raíces folk y puntas experimentales, los mallorquines Oso Leone se atreven a cultivar los aires soul en 'Gallery love', el álbum que acaba de publicarles Apollo, subsello de la reputada marca belga R&S (James Blake, Teengirl Fantasy, etcétera).

Bueno, los aires soul, y R&B, y pop, y ambient… Ahora más que nunca, el proyecto de Xavier Marín (voz, guitarra, sintetizador), Eusebio Alomar (bajo) y Franco Valenciano (batería), a los que se une Emil Saiz (guitarra) cuando la vida lo permite, esquiva el encasillamiento fácil como un gato al agua.

"Creo que el hecho de ser de una isla influye en esta liquidez respecto a nuestra identidad artística", explica Xavier. "No te sientes ligado a una tradición determinada. Para nosotros, la música es un medio donde conectar con multitud de raíces". Lo que no cambia nunca es el propósito principal: hacer música que sirva como refugio, aislada del ruido, amiga del silencio, del espacio negativo.

Sade y Talk Talk

Oso Leone se atreven a acercarse vocalmente a Sade, una referencia no tan habitual en la música alternativa hecha aquí. "Me encanta la fragilidad de la voz de Sade –admite Marín–. Es una de las voces más sensuales que he podido escuchar”. También describe la música espiritual/devocional como "reveladora y una gran inspiración".

Cuando llegan temas de la lentitud y espaciosidad de 'River of jasmines' o 'A pale blue dot', es inevitable pensar en el pop experimental del recientemente fallecido Mark Hollis y sus Talk Talk. "Conozco a poca a gente que no haya quedado conmovida después de escuchar 'Spirit of Eden' o 'Laughing stock'. La música de Mark Hollis siempre será una luz en el camino. Siento que es música viva; muta en el tiempo".

Otra cosa que distingue 'Gallery love' de demasiada música indie hecha aquí es su interés por el sonido, por trabajarlo, por enrarecerlo. Explica Xavier: "Digamos que este álbum nos ha servido para profundizar en términos de producción, familiarizarnos con las máquinas y encontrar una manera más plástica de trabajar nuestra música". Ese afán de experimentación queda especialmente claro a la altura de 'Best in you', en la que someten el sonido a deliciosas distorsiones. ¿De dónde viene ese interés por retorcer, contaminar algo que podría sonar más armónico? "Es algo que vamos encontrando, en realidad", afirma nuestro entrevistado. "No hay un esquema que apliquemos unilateralmente".

En disco y en directo

'Gallery love' parece un disco hecho para escuchar con auriculares, en profunda concentración, o quizá en el centro de un salón con sistema de sonido tridimensional. ¿Piensan Oso Leone en esos términos? ¿Cuál es la mejor forma de escuchar su mejor obra? "Existen muchos modos de escuchar. Lo importante es, simplemente, si quieres entrar en un álbum o una pieza de música, cuidar el acto". Es decir, no usar la música como ruido de fondo. Prestarle atención, convertirla en ritual.

La duda es: ¿sobrevivirá la sutileza de 'Gallery love' al formato directo? ¿Cómo se traslada al escenario un disco así en días como estos, cuando solo se escucha al que más grita? "El directo es una experiencia diferente; hay más dinámica. En las sesiones de estudio, solemos perseguir una imagen, de manera muy visual. En directo, se trata más de aprovechar los momentos mágicos que puedan surgir por el camino; esperar y coger la ola".

Intriga por saber dónde nos llevará la corriente de Oso Leone el sábado, día 23 de marzo, en La [2] de Apolo, en un concierto englobado en Curtcircuit. Xavier promete no solo música nueva, sino novísima: material en el que están trabajando ahora mismo. Magia en progreso.