CONCIERTO

Massive Attack revisitan 'Mezzanine'

El seminal grupo trip hop trae a Barcelona el repertorio de su tercer y, quizá, mejor disco

Massive Attack

Massive Attack / periodico

Juan Manuel Freire

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El problema de debutar con una obra maestra es que, después de eso, no quedan escalones por subir y el único camino es hacia abajo. Massive Attack establecieron las leyes del trip hop con el soberbio 'Blue lines' en 1991, para tres años después decaer (solo ligeramente) con el elegante 'Protection'. Lo que casi nadie esperaba, quizá ni siquiera ellos, era volver a subir al infinito y quizá más allá. En 1998 se descolgaron con otra obra maestra; puede que incluso su Gran Obra Maestra.

Para ir tan arriba de nuevo, Massive Attack volvieron su mirada hacia dentro: su mezcla de hip hop lacónico, reggae, soul futurista y aura cinematográfica se volvió interiorista hasta lo claustrofóbico en 'Mezzanine', cuyo sonido imitado pero inimitable cruzaba en dosis iguales lo amenazador y lo sensual. 21 años después, el disco todavía suena a futuro. Un logro digno de una gira de aniversario, 'Mezzanine XXI', con parada en Barcelona (Sant Jordi Club) este sábado, día 16.

Grabación tumultuosa

Igual que muchas obras maestras de la historia de la música, de 'Exile on Main St' (Rolling Stones) a 'Rumours' (Fleetwood Mac), 'Mezzanine' no fue fácil de grabar. De entrada, los que por entonces eran tres miembros del grupo (3D, Daddy G y Mushroom) tenían discos diferentes en mente. 3D quería hacer algo con la paranoia del pospunk pionero de finales de los 70; durante un tiempo, el álbum se iba a llamar 'Damaged goods', como el primer 'single' de Gang Of FourGang Of Four. Daddy G no lo veía mal. Pero Mushroom prefería continuar por la senda de soul urbano de 'Protection'.

Según contaba el productor (y casi miembro no oficial del proyecto) Neil Davidge en 'Fact', nunca se llegaron a limar las diferencias. Los miembros del grupo pasaban por el estudio por turnos bien diferenciados: "Mushroom venía al estudio y pasábamos un par de horas juntos; cuando llegaba Daddy G, Mushroom se iba a hacer recados o algo, y después quizá volvía o quizá no. Cuando Daddy G se había ido, a última hora de la tarde, aparecía 3D".

La tensión llegó a su punto álgido cuando Mushroom, poco convencido (¡sacrilegio!) de la aportación inicial de Liz Fraser (cantante de Cocteau Twins) a la mítica 'Teardrop', propuso cantar el tema a Madonna sin contar con sus compañeros. Dice Davidge que casi se llegó a los puños. Cuando acabó la grabación, Mushroom dejó el colectivo.

El legado

Por suerte, la grabación llegó a finalizarse, al menos. Y de la tensión de esos (no) encuentros surgieron unos Massive virulentos, pero también sensuales y a veces románticos, violentamente románticos. Los 'beats' nunca habían sonado tan cortantes. Los graves nunca habían estado tan cargados. Ese nuevo énfasis en guitarras pesadas, a veces con fraseos metaleros, les sentaba de muerte.

'Mezzanine' fue un 'shock' implosivo del que muchos tomaron nota: se puede detectar su rastro en toda clase de artistas, de los Oasis de 'Standing on the shoulder of giants' (participó el mismo mezclador, Mark 'Spike' Stent) al primer, más turbio The Weeknd y el salvaje Kanye West de 'Yeezus'.