CONCIERTO

Odetta Hartman, un folk antiguo y futurista

La cantautora neoyorquina visita Barcelona para presentar su aplaudido (con razón) 'Old rockhounds never die', cruce inspirado de tradición y modernidad

Odetta Hartman, un folk antiguo y futurista

Odetta Hartman, un folk antiguo y futurista / periodico

Juan Manuel Freire

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Odetta Hartman pertenece a esa rara especie de artistas que no se queja del trato recibido por la prensa. De entrada, le gusta cómo algunos etiquetan su música: folk futuro. "Creo que es bastante preciso", comenta vía telefónica. "Yo misma suelo llamarla así. O 'cowboy soul', por mezclar elementos de Americana y de géneros como el R&B y el soul".

Y sobre las reseñas… Las lee con gusto. Quizá porque su último disco, 'Old rockhounds never die', ha sido descrito en términos como "incesablemente excitante" ('Q') o "una constelación de sonidos que brillan con fulgor y misterio" ('Pitchfork'). Esas críticas dicen la verdad: acompañada del productor Jack Inslee, Hartman ha urdido un brillante, nada forzado equilibrio entre tradición y modernidad; entre las esencias del viejo folk con banjo y las filigranas electrónicas.

Le preguntamos cómo traslada ese equilibrio a un directo que podremos descubrir el sábado, día 9, en Barts Club, en el marco del festival Guitar Bcn: "Estoy girando con el percusionista Alex Friedman. Yo toco guitarra, violín y banjo. Él toca percusión acústica, pero también electrónica, y dispara samples. ¡Aunque solo seamos dos, el sonido es rico!".

Destinada al banjo

Odetta Hartman nació para ser artista folk. O, bueno, sus padres allanaron el camino desde que llegó al mundo para que así fuera. Si se llama así es por Odetta Holmes, más conocida como Odetta, a secas, la legendaria cantante folk y blues. "Mis padres eran muy fans de ella. Son grandes melómanos. Coleccionan discos, tienen hasta un jukebox. Me animaron a empezar a tocar cuando yo solo tenía cuatro años. También se lo aconsejaron a mis dos hermanos".

Los tres se aplicaron en seguir la ruta musical. Por suerte, cada uno encontró un estilo propio, lo que minimizó la competitividad. "Mi hermano mayor [Leon] tiró hacia la improvisación jazz; mi hermana pequeña [Camellia] es violinista clásica; yo, que soy la mediana, sería un poco una mezcla de ambos".

Nuestra entrevistada fue siempre estudiante aplicada ("tocaba sin parar, estudié teoría musical, estudié todo"), y no tiene historias de ninguna fase rebelde para contar: "En realidad siempre he sido muy amiga de mis padres. Qué aburrida, ¿no? (risas). Recuerdo estar en casa leyendo la revista Mojo con mi padre y pasarnos horas cada sábado en 'Other Music' [la ya cerrada tienda de discos neoyorquina] escuchando todas las novedades".

En busca de "pájaros interesantes"

La primera vez que estuvo en Barcelona fue "en un viaje del instituto, solo 24 horas, sin tiempo para ver nada". Esta vez quizá pueda visitar una tienda de discos. O pasear en busca de esos sonidos naturales que suele capturar en su Zoom H4N Handy Recorder para después incluirlos en las canciones. "No salgo de gira sin mi grabadora", apunta. "Me he impuesto grabar, como mínimo, un sonido interesante al día. ¿Es verdad que en Barcelona hay pájaros interesantes?". Los hay, más de 80 especies registradas. "Bien, bien, entonces iré a buscarlos".