CONCIERTO

Jacob Collier, el joven hombre orquesta trotamundos

El prodigio jazz visita Barcelona para presentar el primer volumen de su ecléctica tetralogía 'Djesse'

Jacob Collier

Jacob Collier / periodico

Juan Manuel Freire

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Para la gente de una cierta edad, saber de Jacob Collier puede equivaler a depresión. No por las cualidades de su música, una visión del jazz abierta a todo y en particular a la alegría, sino por las singularidades de su biografía. ¿Qué habían hecho ustedes con 22 años? Collier, por ejemplo, ganar dos Grammys.

Fue gracias a los arreglos de 'Flintstones' (su versión del tema de 'Los Picapiedra') y 'You and I'(original de Stevie Wonder), ambas recogidas en un primer disco, 'In my room', con Collier en todas las funciones imaginables. "En ese sentido, Stevie Wonder es mi mayor inspiración", nos explica vía telefónica. "Lo toca todo, canta, compone".

Lo mejor (o lo más humillante para el resto de la humanidad) es que Collier aprendió a tocar todo (bajo eléctrico, contrabajo, batería, guitarra, mandolina, bouzouki, autoarpa, dulcémele y demás) básicamente por cuenta propia. Su madre, Susan Collier, es una reputada violinista que da clases en la Royal Academy of Music de Londres, pero según Jacob nunca le empujó a ser un hombre orquesta. "Fue mi propia aventura. A los 7 años, empecé a jugar con el Cubase [un software para la producción y composición musical]. Sin darme cuenta, me fui convirtiendo en músico, sin siquiera planteármelo. Siempre me ha gustado los lenguajes. Hablo varios idiomas [sigue la humillación]. Y para mí la música es un poco como el lenguaje definitivo; puedes hablarlo en todo el mundo".

Odisea a través de los continentes

Tras el brillante solipsismo de 'In my room', en su siguiente proyecto decidió rodearse de un ejército de músicos, cuanto más variados mejor. 'Djesse' se compondrá de cuatro álbumes, cada uno representando un ciclo del día. En el primero, "sobre el periodo que va del amanecer al final de la mañana", aportan luz la orquesta jazz/pop Metropole Orkest y grandes voces, entre ellas la cantante soul Laura Mvula. "Las voces eran esenciales. Poder usar corales, por ejemplo, me parecía una opción increíble".

La tetralogía ha llevado al joven británico a recorrer todo el mundo (de Los Ángeles a Japón, pasando por Marruecos) en busca de sonoridades que añadir a su paleta. "Mi idea –explica– era viajar donde hiciera falta, capturar todo lo posible y después mostrar esas músicas increíbles al resto del mundo a través de mis composiciones".

Una de sus próximas paradas es Barcelona (viernes, día 1, Razzmatazz), donde prácticamente arrancará su primera gira con banda: un trío multiusos formado por la portuguesa MARO (voces, teclados, guitarras y percusión), Robin Mullarkey (bajo, guitarra eléctrica, teclados y percusión) y Christian Emman (batería y percusión electrónica). "Son todos tan versátiles como yo", cuenta Jacob. "Puede pasar cualquier cosa. No he querido traer la orquesta pregrabada, pero creo que entre los cuatro vamos a compensar las carencias y a crear momentos explosivos. La idea es un poco dejarse llevar, descubrir dónde nos quiere llevar cada canción". ¡Ah!, beban leche con miel antes de entrar, porque…. "¡El público participa! Me gusta hacer cantar a la gente y que aprenda a armonizar".